Autoescuelas El reto de enseñar a conducir
Las autoescuelas son centros de formación que enseñan a sus estudiantes a conducir, aprenden nociones básicas de manejo y de educación vial, asimismo, les enseñan a perfeccionar sus destrezas, por ejemplo, en manejar vehículos pesados o de servicio público, para que así puedan tramitar su licencia de conducir.
Las autoescuelas en nuestro medio hasta hace un tiempo eran contadas, en la actualidad, existen varias porque se constituyen en una necesidad y un requisito, son un paso fundamental a la hora de iniciarse en el mundo de la conducción, ya que no sólo enseñan a conducir, sino también imparten nociones de mecánica y muchos consejos sobre prevención y educación vial adecuada, a pesar de que algunos opten por el aprendizaje independiente.
En la ciudad de Cochabamba existen 12 escuelas de conducción acreditadas por el Servicio General de Identificación Personal (Segip); es decir, autorizadas para expedir el certificado de habilidades para manejar un vehículo o motocicleta por la vía pública, un requisito para la tramitación de la licencia de conducir.
Entre los requisitos exigidos por el Segip para el trámite de una licencia nueva, por primera vez, está la presentación del certificado de habilidades para conducir expedido por una de las autoescuelas acreditadas por esa entidad.
Esta obligatoriedad ha incidido para que las autoescuelas mejoren sus propuestas y amplíen sus programas de formación.
Estos centros especializados de conducción remarcan la importancia de la formación en el manejo del vehículo y seguridad vial a cargo de profesionales, para prevenir la siniestralidad.
Los expertos aseguran que “ni las mejoras en las carreteras ni los sofisticados dispositivos de los coches van a solucionar los accidentes de tráfico; la clave está en el factor humano, en los conductores”.
Para responder la demanda creciente de personas que quieren aprender a conducir, la mayoría de las autoescuelas ofrece una formación personalizada y debe hacer frente al reto de incorporar nuevas tecnologías en la enseñanza que imparte, por ejemplo, contar con simuladores de conducción, muy usados en el sector aeronáutico, que incluyen entornos y situaciones realistas (tránsito real y peatones) que permiten al estudiante practicar en un entorno seguro, absolutamente libre de riesgos, y con la posibilidad de repetir los ejercicios tantas veces como desee. La imposibilidad de replicar determinadas situaciones en la vida real, hace que el simulador sea la herramienta idónea para preparar a los alumnos en las autoescuelas antes de enfrentarse a conducir un vehículo real.
Por otra parte, las innovaciones introducidas por la industria automotriz obligan a las autoescuelas a prepararse para instruir a sus estudiantes en la conducción de autos con alta tecnología, como los modelos automáticos que están sustituyendo a los coches de conducción manual, y a futuro los coches autónomos, que no necesitan conductor.
Algunos consejos
Elegir una autoescuela es una decisión que no debe tomarse a la ligera o llevada por la comodidad. Es importante tomar en cuenta algunas recomendaciones.
1. Recoger opiniones entre familiares y amigos sobre los servicios que prestan. Comparar entre ellas, no sólo los precios, sino también otras condiciones (horarios, método y equipamiento, por ejemplo).
2. Pedir el desglose de todos los servicios ofertados y datos sobre la experiencia de los profesores.
3. Otra información fundamental es la relacionada con la organización de las clases; es decir, la importancia que se ha de dar tanto a las prácticas como a las teóricas. En este sentido, valorar cuestiones como la duración de las clases y la calidad de los materiales y vehículos.
4. Constatar si la escuela está acreditada por el Segip y puede expedir el certificado de habilidades para conducir que requerirá para poder dar el examen de conducción para obtener la licencia.
La obligatoriedad de presentar, para obtener una licencia nueva, el certificado de habilidades para conducir –expedido por una autoescuela– está exigiendo a estos centros mejorar sus propuestas de formación.