Caída del PIB: Analistas calculan que en 2023 recién se llegará a los niveles de 2019
Aunque el Gobierno nacional señala que se está reconstruyendo la economía y que el Modelo Económico Social Comunitario Productivo está dando resultados, empresarios y economistas difieren de esa apreciación y consideran que el país no se recupera de la crisis, pues mencionan que, según proyecciones de organismos internacionales, recién en 2023 se podrá alcanzar niveles económicos de 2019.
El Gobierno nacional proyecta para esta gestión un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 4,4 por ciento y 5,1 por ciento para el para 2022.
El Banco Mundial (BM) estima que en 2022 el crecimiento del PIB en Bolivia será del 3,5 por ciento y 3 por ciento en 2023.
El organismo internacional prevé además que el crecimiento latinoamericano será más lento de lo esperado, con una previsión del 2,8 por ciento para 2022 y del 2,6 por ciento para 2023.
En tanto, el Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta un crecimiento del PIB boliviano de 2,3 para 2022 y 2,2 para 2023, lo que representa una cantidad baja en comparación al crecimiento del PIB del 5,1 por ciento proyectado por el Gobierno nacional para 2022.
En este contexto, el economista German Molina indicó que las proyecciones de los organismos internacionales fueron antes de la llegada de la variante ómicron, que nuevamente paralizó la reactivación económica por las cuarentenas y cierre de fronteras en muchos países. Por ello, Molina estima que estas proyecciones no se cumplirán y serán más bajas de lo previsto.
Molina considera que la proyección de 5,1 por ciento de crecimiento del PIB para 2022 es muy optimista. Incluso menciona que la proyección de crecimiento del 4,4 por ciento para 2021 podría no cumplirse a causa de la baja ejecución del Presupuesto General del Estado (PGE).
“El crecimiento de la actividad económica se basa en el gasto público y principalmente en inversión pública, entonces, como hay una ejecución baja, no se consigue financiamiento en el exterior. En conclusión, no se va a cerrar este año con la tasa de crecimiento del 4,4 por ciento programado, puede ser cercano, pero no esa cifra”, dijo.
El economista Gonzalo Chávez indicó que este año la ejecución de la inversión pública es muy baja y sólo llegaría a 1.910 millones de dólares, es decir, el 48 por ciento de los 4.011 millones de dólares presupuestados.
Con estas perspectivas, el economista Mauricio Medinacelli considera que recién el año 2023 el PIB de Bolivia se recuperará al nivel del año 2019, cuando el indicador creció en 2,2 por ciento.
“La pandemia causó que la actividad económica disminuya en 2020, esta disminución fue tan grande que recién en 2023, aproximadamente, Bolivia podrá tener la misma actividad que tuvo en 2019, esa es la magnitud del impacto de la Covid-19”, indicó.
Añadió que otro de los problemas es que el Gobierno no tiene recursos para acompañar la reactivación económica porque las recaudaciones por impuestos y exportación de gas también bajaron.
“Este año la reactivación económica se da por el lado del gasto, están pagando salarios, bonos, pero la inversión pública no se recupera y eso compromete el crecimiento futuro porque la inversión sirve para el crecimiento de aquí a algunos años, y la inversión pública no se recupera a niveles de antes”, agregó Medinacelli.
El gerente de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), Gustavo Jáuregui, indicó que el bajo crecimiento se debe a menores condiciones de inversión pública, por lo que considera que el Gobierno articule medidas económicas con el sector privado.
“Es importante trabajar en esas medidas de cara a la medida de 2022, por ello propiciamos una plataforma de diálogo que pueda permitir la articulación público y privado, que puedan generar medidas de impacto que justamente vayan a coadyuvar los indicadores positivos de la economía”, dijo Jáuregui.
Industria
En su balance de gestión, la Cámara Nacional de Industrias (CNI) informó que este sector alcanzó en 2021 un crecimiento del 4 por ciento, al que califica como insuficiente para alcanzar los niveles previos a la pandemia.
Según el presidente de la CNI, Ibo Blazicevic, el contrabando y la falta de liquidez en el mercado por la escasa disponibilidad de créditos en el sistema financiero, además de los conflictos sociales y políticos, impidieron un mayor dinamismo.