Pequeños gigantes que lucharon contra viento y marea por la gloria
Los deportistas bolivianos volvieron a demostrar que tienen mucho talento y que tal vez con un poco más de apoyo el camino a la gloria no sería tan empinado. Esta vez quienes llenaron de orgullo al país fueron los jugadores de la selección nacional de talla baja, quienes lograron un meritorio cuarto lugar en la Copa América, pese a que días antes del evento no sabían si llegarían a la sede del evento.
El cuarto puesto que consiguió la Verde es aún más meritorio porque fue conquistado a base de amor propio de los jugadores, quienes no sólo invirtieron de su tiempo, sino también de su dinero para ir a las concentraciones, todo por la pasión que sienten por el fútbol de salón y representar con dignidad a la tricolor.
“Se debe destacar el esfuerzo de cada uno de los jugadores, porque todos nos planteamos una meta, que era representar bien a Bolivia. Todos decíamos que valga la pena todo el esfuerzo y el dinero que gastamos para asistir a los entrenamientos, que todo eso valga la pena”, aseguró Rudy Rojas, uno de los integrantes y capitán de la selección nacional de talla baja.
A diferencia de lo que sucede con las otras selecciones convocadas por la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), sobre todo la Absoluta, los jugadores del equipo de talla baja se costearon sus pasajes para ir a las concentraciones.
Si bien la mayoría de los jugadores eran cruceños y las concentraciones se realizaban en ese departamento, otros debían viajar con sus recursos desde Cochabamba, Tarija, Potosí, Chuquisaca e incluso Caranavi (La Paz).
En el caso específico de Rojas, que viajaba desde Cochabamba, señaló que para concentración gastaba hasta 700 bolivianos.
La FBF, según Rojas, apoyó sólo con el tema del hospedaje y alimentación durante las concentraciones.
El mayor abandono se sintió cuando llegó la hora de viajar a Perú, sede de la Copa América, porque todo el esfuerzo que hicieron para entrenarse podía quedar en nada, ya que se les dijo que no había pasajes para todos.
“Nos concentramos el lunes 16 de mayo en Santa Cruz, pero cuando todos ya estábamos allá, nos informaron que no había pasajes para ir a Perú, que el Viceministerio de Deportes solamente nos daría cinco pasajes. No podíamos ni entrenar, debíamos caminar buscando ayuda, a uno y otro canal. Perdimos el lunes y martes caminando en eso, fue gracias a eso que conseguimos que el Viceministerio de Deportes nos diera los pasajes y con lo poco que juntamos con las kermeses pudo viajar todo el equipo. Solo pudimos entrenar un día”, contó Rojas.
“Nos falta un poco más de apoyo para poder estar de tú a tú con las otras selecciones como Paraguay y Argentina. Creo que con mayor apoyo hasta podíamos haber salido campeones. Eso deberían considerar las autoridades y la federación, porque la elección mayor, por ejemplo, tiene un sueldazo por jugar cualquier campeonato y nosotros debemos luchar por nuestros propios medios”, recordó Rojas.
Fuera de la falta de apoyo, la selección nacional también tuvo lidiar con la ventaja extradeportiva que la organización de la Copa América permitió en algunos equipos al no hacer prevalecer las reglas de juego, que indican que no se podía presentar más de dos jugadores que midan arriba de 1,40 metros. Según sentó la denuncia, Paraguay y Argentina no respetaron esa normativa y no se hizo nada al respecto.
“Está en el reglamento, pero hubo muchas irregularidades en la parte organizativa. Hicimos el reclamo, pero nos dijeron que sus jugadores ya estaban allá y no se los podía sacar”, apuntó Rojas.
LA CAMPAÑA DE LA SELECCIÓN NACIONAL
En la primera fase la Verde venció a Perú 2-1, derrotó 2-1 a EEUU- Canadá e igualó 0-0 con Colombia; en cuartos de final empató 2-2 en el tiempo reglamentario con Marruecos, para después vencerlo por 3-2 en los penales.
En semifinales no pudo con Paraguay y perdió 6-0, y en el partido por el tercer lugar cayó por 4-2 ante México.