Doping en Bolivia: No existe control antidopaje en el deporte de alto rendimiento
En Bolivia, el tema de doping continúa prácticamente en pañales, pese a que, hace algunos años, el Ministerio de Deportes y el Comité Olímpico Boliviano (COB) buscaron impulsar la creación de la comisión antidoping, pero los elevados costos que implican los controles hacen casi imposible su introducción en el deporte de alto rendimiento, donde incluso el fútbol profesional tiene sus inconvenientes para su total vigilancia.
Cada control antidoping requiere un mínimo de inversión de $us 250 (Bs 1.740), monto que tiene que ser cubierto por alguien. Pero en Bolivia nadie dice “esta boca es mía”.
En los XI Juegos Suramericanos Cochabamba 2018, se realizaron alrededor de 460 controles antidoping, antes, durante y después de las competencias. En este caso, el costo fue cubierto por la organización del evento, que invirtió más de $us 115.000, si no fue más, porque para algunos se solicitan pruebas específicas que tienen un costo más elevado.
Pero para un evento nacional o incluso un torneo internacional realizado en Bolivia, estos importes son imposibles de cubrir, porque aunque sea por sorteo, se deben hacer los exámenes entre todos los medallistas.
El Comité Olímpico Boliviano es subscriptor del Código Mundial Antidopaje y debe implementar políticas para su aplicación en todos los niveles del deporte nacional.
Por otro lado, los Gobiernos no pueden ser subscriptores del Código, porque éste debe estar ajeno a cualquier interferencia política. Sin embargo, todos los Gobiernos tienen un compromiso con el Código mediante la firma de la Declaración de Copenhague, contra el dopaje y por la aceptación de la Convención de la Unesco.
El Código Antidopaje, en su artículo 22, inciso 5, señala: “Todos los Gobiernos que no dispongan de una Organización Nacional Antidopaje en su país trabajarán con su Comité Olímpico Nacional para crear una”.
Y era precisamente esta tarea la que llevaban adelante hace unos años cuando, de manera conjunta, entre el COB y el Ministerio de Deportes intentaron crear la primera Comisión Antidopaje, que llevaría a la implementación de la ONAD.
El presidente de esa comisión fue César Bolívar, secretario general del COB, pero poco después renunció y dejó el cargo a Andrea Campos, quien luego pasó a ser la persona responsable de implementar la Unidad de Antidoping en el Comité Organizador de los Juegos, y hoy en día es trabajadora del Ministerio de Deportes, y entre sus objetivos está crear una estructura para el control antidoping en la cartera gubernamental y el deporte boliviano.
Sin una comisión que trabaje todos los días en el antidoping, todo se resume en los esfuerzos aislados que puedan realizar el COB y el Ministerio de Deportes.
En Bolivia, el COB hace conocer a las federaciones la lista de las sustancias dopantes, y éstas se encargan de socializarlo entre sus entrenadores y deportistas.
Una vez que los deportistas nacionales registran algún doping positivo, aseguran que fue por desconocimiento, y en parte tienen razón, porque no existe una socialización masiva, aunque el primer responsable sobre su cuerpo es el deportista, y después su entrenador.
Aunque no todos creen que los casos positivos sean por desconocimiento del proceso o la lista de sustancias prohibidas, sino se debe a que en Bolivia no existe ninguna instancia que controle a los atletas.
Ivo Eterovic, que durante muchos años fue presidente de la Comisión Antidoping en la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) y aún es el experto en el país, dijo que “mientras no exista una comisión de antidopaje del Gobierno o ente matriz que evalúe a todos los atletas que tengan que competir afuera, no cambiará nada en Bolivia”.
La idea de Eterovic es que, con esta comisión antidopaje, todos los deportistas que salgan a representar al país lo hagan sólo tras pasar los controles, además de contar su marca, para que así los propios atletas se cuiden. Pero eso implica un gasto que deberá ser cubierto por alguna instancia.
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APUNTE
Dos positivos para Bolivia
La velocista Carolina Ocampo (acetozolamide) y el boxeador Rodrigo Carvajal (esteroides anabólicos androgénicos) dieron positivo durante los controles doping de los XI Juegos Suramericanos Cochabamba 2018.
En ambos casos, la Organización Deportiva Suramericana (Odesur) ya hizo la solicitud al Comité Olímpico Boliviano para la quita de las medallas, para que éstas puedan ser entregadas a quienes correspondan.
Además, una vez que exista un comunicado oficial de la Odesur sobre la disminución de las medallas para Bolivia, el Ministerio de Deportes analizará cuáles serán los pasos a seguir, y lo más seguro es que solicitará la devolución de los premios económicos.
Entre tanto, ambos deportistas esperan la sanción, que implica una suspensión de toda actividad deportiva de dos años como mínimo y cuatro como máximo. Esta sanción la harán conocer de manera oficial sus federaciones internacionales.
OPINIÓN
"Declaro que en mi vida deportiva no he consumido ninguna sustancia prohibida de manera consciente o a propósito para mejorar mi rendimiento deportivo.
Pido disculpas a mi país por este error involuntario, y aceptaré la sanción".
Carolina Ocampo
Atleta boliviana
Código (Art. 22)
22.1
Todos los Gobiernos emprenderán las acciones y medidas necesarias para cumplir la Convención de la Unesco.
22.2
Todos los Gobiernos pondrán en marcha leyes, reglamentos o políticas de cooperación y puesta en común de información con las Organizaciones Antidopaje y puesta en común de datos entre las Organizaciones Antidopaje conforme a lo establecido en el Código.
22.5
Todos los Gobiernos que no dispongan de una Organización Nacional Antidopaje en su país trabajarán con su Comité Olímpico Nacional para crear una.
22.6
Todos los Gobiernos respetarán la autonomía de la Organización Nacional Antidopaje de su país y se abstendrán de inmiscuirse en sus decisiones operativas y actividades.
22.7
Los Gobiernos deberán cumplir las expectativas que establece el Artículo 22.2 antes del día 1 de enero de 2016. El resto de los apartados de este Artículo deberán haberse satisfecho ya.
22.8
Si un Gobierno no ratifica, acepta, aprueba o asume la Convención de la Unesco o no cumple lo establecido en dicha Convención a partir de entonces, podría no ser elegible para optar a la celebración de eventos y puede sufrir otras consecuencias, como por ejemplo, prohibición de asignarle funciones y cargos dentro de la AMA, imposibilidad de optar a la admisión de candidaturas para celebrar Eventos Internacionales en un país, cancelación de Eventos Internacionales, consecuencias simbólicas y otras con arreglo a la Carta Olímpica.
OPINIÓN
El doping está presente a todo nivel en el deporte
More Galetovic Entrenadora de atletismo
Pese a tener un espíritu extremadamente inocente, cándido o ingenuo, es imposible ilusionarse con la idea de que la práctica deportiva es únicamente íntegra y correcta, por el contrario, estoy convencida que la cruda realidad es opuesta.
Los recientes hechos pueden dejarnos suponer que sólo el deporte de alto rendimiento está vinculado (por sus exigencias) al doping, porque estos atletas necesitan mejorar resultados y marcas, vencer barreras físicas, fisiológicas, biomecánicas, neuromotoras y psicológicas para lograr sus objetivos, vinculados a intereses económicos o de protagonismo; pero si el lector piensa que estas sustancias nocivas son usadas sólo por deportistas que participan en mundiales, olimpiadas o Sudamericanos, está totalmente equivocado; varios estudios muestran que las drogas, esteroides, alcohol, tabaco, están siendo consumidos en el deporte escolar y la práctica de la actividad física por salud, sumando día a día, niños y jóvenes que son afectados drásticamente para el resto de su vida.
¿Y cuál debe ser el rol de quienes estamos involucrados en el deporte? Debemos establecer tareas prioritarias: eliminar el intrusismo profesional, porque quien no sabe y no tiene la formación adecuada —por ignorancia, que no es excusa— será el primero el recurrir a la práctica del dopaje. La tarea más importante que tenemos es generar un “efecto disuasivo”, para que por conciencia propia, no recurrirán a estos productos.
Duco, caso positivo en los Juegos, golpeó a Chile
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Chile
Agencias
Natalia Duco, atleta de impulsión de bala, dio doping positivo y arriesga cuatro años de suspensión, perder la medalla de oro obtenida en los Juegos Suramericanos Cochabamba 2018 y quedar fuera de los Juegos Olímpicos Torkio 2020.
A Duco le encontraron el GHRP-6, que sirve para casi todo. Tanto para atacar resfríos como para estimular la hormona del crecimiento. Es un péptido, o sea, está formado por aminoácidos, compuestos orgánicos clave para formar proteínas, que mejoran la capacidad muscular de las personas. Sin embargo, tiene otras funciones, como ser un quemador de grasa, antiinflamatorio, refuerzo para la resistencia de los huesos y sirve como producto antienvejecimiento.
Entre los efectos secundarios que ocasiona están la retención de agua, fatiga y exceso de apetito, ya que las inyecciones, que varían de una a tres al día, se deben colocar con el estómago vacío y se debe esperar dos horas antes de ingerir alimentos.
La Asociación Mundial Antidopaje (AMA) considera que la sanción del GHRP-6 parte en cuatro años, al igual que la hormona EPO, conforme al artículo 10.2.1 del código que rige a la entidad.
La atleta inició su defensa y solicitó la apertura de la muestra B. Aún espera por la decisión final, pero siempre dijo ser inocente.