Altos y bajos: Lo que 2018 ha dejado escrito para la literatura boliviana
La literatura boliviana se ha desarrollado este 2018 entre importantes ferias del libro, encuentros de escritores, ferias alternativas para los lectores, premios, escritores destacados y nuevos proyectos que incluyen el diálogo entre países.
Lecturas & Arte conversó con editores, autores, que también forman parte de editoriales, y con la encargada del Centro de Literatura Nacional del Centro Patiño para conocer sus impresiones a modo de evaluación.
Para Jackelinne Mejía, responsable del Centro de Literatura Boliviana del Centro Simón I. Patiño, uno de los mayores hitos de esta gestión fue el reciente X Encuentro de Escritores Iberoamericanos. “Si bien todas sus versiones son ocasiones sumamente importantes, en ésta hubo una conexión mágica entre nuestros invitados, Julián, Giuseppe, Carmen, Giovanna, Wilmer y Omar que desbordó la testera y contagió al público. Incluso el clima nos acompañó y nuestros invitados internacionales quedaron maravillados por la belleza de la ciudad y su paisaje, y entendieron por qué Cochabamba es llamada la Ciudad Jardín. Creo que habremos de cosechar los frutos de este evento por muchos años”.
Sigue: “Creo que otro hito es el actual Premio Nacional de Novela. Hallo que este año fue otorgado a una voz literaria que ha superado hace mucho la categoría de ‘promesa literaria’. (Guillermo) Ruiz Plaza no es un éxito pasajero. Viene trabajando hace años en su propuesta literaria y creo que, a diferencia de muchos otros, él sí ha llegado para quedarse”.
Respecto a lo que aún le falta a la literatura nacional, Mejía indica que se necesitan muchas cosas. “Entre ellas, escritores comprometidos, es decir, mentes creativas que no vean la literatura como un hobby de fin de semana o una forma de tener sus 15 minutos de fama, sino personas para quien ésta sea una forma de vida. Y para ello también es necesario cultivar desde la escuela la capacidad de discernimiento para ser capaces de separar el grano de la paja. Hay muchas, demasiadas personas, que, a través de mañas y artificios, logran camuflar cuentitos escuetos y banales, vendiéndolos como novelas que luego se enseñan en la escuela como parte del plan de estudio. Esto va en detrimento de otras obras que tienen más mérito literario, pero que no forman parte de un aparato de marketing”, manifiesta .
Continúa: “La capacidad de discernimiento nos permitirá expandir la mirada para incluir una diversidad de perspectivas que refrescará el canon boliviano, que se ha estancado hace décadas. Necesitamos un buen sacudón y éste, creo importante resaltar, no vendrá en la forma de un premio literario. Vivimos bajo la ilusión de que se replicará un suceso como el ‘boom’. Demasiada gente cree que al haber ganado un concurso o 10, ya se ha consolidado su posición entre los ‘top ten’ de autores prominentes de la historia de la literatura mundial. El verdadero literato escribe porque no tiene otra opción, no por acumular trofeos y usarlos como temas recurrentes de conversación. La obra de una persona debe hablar por sí misma. Y esto lo hemos visto en el (encuentro) Iberoamericano”.
“Otra cosa que creo necesaria es mencionar que, muchas veces, los autores no se leen entre ellos por narcisismo. Se cree que lo que uno escribe es lo único que cuenta, la única vara contra la cual se debe medir la obra de los demás. Esta concepción reducida de la literatura, daña la construcción de la literatura nacional y regional, que debe considerarse como un ecosistema simbiótico. Me remito nuevamente al ‘Ibero’ de este año: los escritores visitantes dedicaron gran parte de su estadía a comentar y hablar de otros, a sugerir autores, tendencias, libros, a recomendar lecturas. No hablaron de sí mismos”, señala.
Por su parte, la escritora Liliana Colanzi (Editorial Dum Dum) resalta que es importante que en Santa Cruzse haya reunido a artistas, gestores y activistas a través de la plataforma Resiliencias, para pedir una Ley de Culturas que beneficiará a todas las artes, incluida la literatura. “Santa Cruz tiene una grave carencia de infraestructura cultural y una Ley de Culturas contribuirá a avanzar hacia una verdadera industria cultural cruceña. En cuanto a las ferias del libro, es muy positivo que se estén consolidando encuentros como el de poesía y narrativa en la feria de Santa Cruz, que propician el diálogo entre autores internacionales y autores bolivianos”, indica.
En Cochabamba, sigue, “la feria independiente Tinta Quemada se mostró como una propuesta alternativa muy vital y creativa que logró traer interesantísimas editoriales independientes latinoamericanas y ofrecer talleres y charlas de todo tipo en los tres días que duró. Tinta quemada muestra la importancia de la gestión independiente y de las buenas ideas”.
Giovanna Rivero, escritora y parte de la Editorial Mantis, asegura que en Bolivia están pasando cosas que movilizan el campo cultural literario, como las ferias de libros que han madurado. “Si bien es importante que haya un ‘versus’, es decir, cierta tensión saludable entre las formas de intervenir en la cultura, también creo que la actividad independiente ha demostrado tener un espíritu propio (siempre lo tuvo), con sus propios derroteros. Los cartoneros se han lucido y sé que en Santa Cruz hubo un taller de edición cartonera que ofreció un experto chileno en la Biblioteca Pública. Pienso que eso es una señal importante de cómo estamos percibiendo e interactuando con/entre actores culturales, practicando a desmarcarnos de los típicos códigos que suelen legitimar una producción literaria”.
Los puntos que destaca “son los libros bolivianos que me traje este año en la maleta, evidencia de que la literatura sólo tiene una salida en tiempos de crisis: florecer, mutar, explotar. El trabajo que se está haciendo desde Cochabamba para repensar la ciencia ficción es impresionante. También quiero destacar el trabajo de los escritores de literatura para niños y jóvenes, son incansables, apasionados, comprometidos, organizados. Son ellos los que están cultivando la semilla de los lectores para los tiempos que vienen”.
Marcelo Paz Soldán de Editorial Nuevo Milenio comenta que este año se ha visto que las ferias del libro han mejorado sus programas culturales y que, además, se produce buena literatura en el país y que hay escritores que son leídos y editados fuera de Bolivia.
“Lo peor sigue siendo la pasividad en el tema de la piratería y que no podemos competir con ellos de manera equitativa. Los mal llamados ‘piratas’ son, en realidad (trucho) editores. Las ferias, todas, han jugado un rol fundamental en la literatura boliviana, ya que no han dejado que se expongan ediciones pirata”, dice Paz Soldán.
Nuevos lazos
También ha sido un año con nuevos emprendimientos para la literatura, destacamos el proyecto de poesía boliviana-alemana, propiciado por el Goethe Institut, en el que participó el poeta boliviano Benjamín Chávez, quien está en contacto desde hace mucho tiempo con Timo Berger, traductor de poesía, periodista y director del Festival Latinale en Alemania, según cuenta la directora del Goethe Institut, Sabine Hentzsch.
“Un día en Berlín se encontraron con el nuevo director del Instituto Cervantes, que es boliviano y poeta también, Diego Valverde. Diego recomendó a Benjamín tomar contacto conmigo en La Paz. Diego me conoce muy bien y sabe sobre mi pasión por la literatura. Cuando Benjamín me contó la idea de un libro bilingüe, yo le propuse formar una cooperación entre él, Timo y Editorial 3600, es decir, Marcel Ramírez y nosotros, el Goethe-Institut. Timo y Benjamín seleccionaron los poetas, Benjamín a los bolivianos: Marcia Mogro, Sergio Gareca, Rodolfo Ortiz. Emma Villazón, Cé Mendizábal, Jaime Taborga; y Timo a los alemanes: Monica Rinck, Daniel Falb, Ulf Stolterfoht, Stan Lafleur, Ulrike Almut Sandig, Odile Kennel. Y decidimos juntos que la presentación tendría lugar durante el Festival Internacional de Poesía en la biblioteca del Goethe-Institut. El libro titula ‘El contagio del fuego – Die Übertragung des Feuers (Poesía boliviana y alemana actual)’”, comenta Hentzsch.
ENCUENTRO EN PATIÑO
Escritores iberoamericanos
El Centro Pedagógico y Cultural Simón I. Patiño realizó el X Encuentro de Escritores Iberoamericanos 2018, del 21 al 24 de noviembre, en el que participaron como invitados especiales los autores Carmen Boullosa (México), Julián López (Argentina), Giuseppe Caputo (Colombia), Horacio Castellanos Moya (El Salvador) y los bolivianos Gonzalo Lema, Giovanna Rivera y Wilmer Urrelo.
Esta actividad permite un lugar de encuentro y establece un diálogo entre los escritores internacionales invitados, los bolivianos y el público local.
“El simulacro de mudanza” de Anuar Elías Pérez
El lunes se anunció a los ganadores de los premios literarios nacionales de este año, entre los más importantes están el de novela otorgado a Guillermo Ruiz y el de poesía a Anuar Elías Pérez.
Este artista que nació en México D.F. (1983) ganó el Premio Arte Joven 2010 con el cortometraje “Quehuaya”, también fue premiado en el Concurso de Video Amalia de Gallardo y el Premio Eduardo Abaroa en 2017, además de lograr varias menciones de honor y selecciones en distintos festivales internacionales. Precisamente su primer poemario “Simulacro de mudanza” obtuvo el Premio Nacional de Poesía. En esta entrevista con Lecturas & Arte nos habla de su obra ganadora.
¿Cuándo comenzaste a trabajar “Simulacro de mudanza”?
Comencé a trabajar en simulacro después de vivir 10 años con la misma persona, bajo el mismo techo, rodeados de muebles más viejos que nosotros.
¿Cómo salió el detonante del poemario?
Un día te das cuenta que las plantas se han ido -lánguidamente- marchitando y que tú acabas de notarlo. Te culpas, pero insistes en regarlas con la esperanza que deja un brote.
¿Por qué poesía? y no narrativa o dramaturgia, por ejemplo.
Porque los poetas son insoportables, contra ellos vale la pena una contienda.
¿Qué ha sido lo más problemático al escribir “Simulacro de mudanza”?
Esa suerte de equilibrismo entre pagar las cuentas con regularidad, mientras intentas que lo que escribes te haga un poco de sentido.
Leí que la escritura es parte de tus procesos de creación, pero, ¿este poemario ha resultado nuevo para ti como lenguaje?
No nuevo, foráneo.
¿Cuán importante es para ti el tránsito entre lenguajes?
Se vuelve vital cuando notas que las nubes de la autoría te hacen sombra con facilidad.
¿Cuáles son tus referentes en poesía?
Con frecuencia vuelvo a los colegas y amigos más entrañables, no sólo de la poesía: Jessica Freudenthal, Fernando Figueraz, Juan Malebrán, Tin Dirdamal, Alejandra Alarcón, Pablo Maire, Ernesto Marenco.
¿En qué proyectos estás trabajando?
Estoy filmando un largometraje documental sobre la violencia en La Paz, buscando financiamiento para terminarlo.
La escritora cruceña Liliana Colanzi está reconocida entre las cinco escritoras latinoamericanas que forman parte de una nueva era en la literatura del continente.