Para las amantes de la elegancia atemporal, los vestidos largos con cortes clásicos son una apuesta segura. Opta por colores suaves para una apariencia romántica, o si prefieres un toque audaz, el rojo o el azul intenso destacarán tu presencia con sutileza y distinción. “Estos podrían encajar para una boda de tarde donde prevalezca la elegancia a través de accesorios que sigan la misma línea sobria, pero con algún toque de luz”, aseguran desde el equipo de Name the Brand. Los detalles como encajes, bordados o apliques añadirán un toque de sofisticación a tu elección.