En Cochabamba, la lluvia es mucho más que un fenómeno meteorológico; es parte de una danza climática que revela la diversidad regional. La precipitación media anual varía entre 5.000 milímetros en las zonas tropicales más húmedas y menos de 500 milímetros en las alturas de la cordillera y los valles mesotérmicos, generando microclimas únicos. Sin embargo, el cambio climático acrecienta su variabilidad, tornando las lluvias más impredecibles en términos de frecuencia e intensidad y dando lugar a periodos alternantes de sequía e inundaciones.