Viste la casa de blanco
Inmaculada Tapia
El blanco es el color de la pureza, verlo es casi como oler a limpio, tener una sensación de recién salido de la ducha. El blanco da vida, combina con todo, una ausencia de color que decora, desde los ambientes más sofisticados a los más sencillos, y al que cualquier aportación es bienvenida.
Las alacenas de la cocina y los muebles auxiliares se visten de blancos decapado, un tono que les da historia y solera, y donde las vitrinas acristaladas permiten ver vajillas primorosas con fuentes que no pueden vivir en un encierro.
Zara Home viste las camas de blanco. Enormes ‘king size’ con sábanas, colchas y un sinfín de cojines que dejan una estela de lugar mullido y acogedor, del que no queremos levantarnos. El blanco como protagonista que, en ocasiones, se adorna con ribetes a modo de pompones multicolores con el que ofrecer un toque más llamativo.
Camas y mesas
Raso ocre en el reborde superior y en los cojines, consiguen, junto con el gris, una atmósfera más elegante y sosegada que contrasta con los zig zag asimétricos en azul intenso de sabanas, que nos recuerdan al verano y al mar.
En Estados Unidos, Asia y muchos puntos de América Latina triunfa el lino de Los Encajeros, una empresa que comenzó su andadura en el siglo XIX con un almacén de encajes y que, poco a poco, diversificó su negocio hacia el textil del hogar.
“Una confección artesanal en la que se conjunta belleza y comodidad”, según explica María Mendoza, la quinta generación de la familia que se dedica al textil del hogar, en el que el blanco es el color predominante en sábanas y manteles, una opción que siempre combinan y que viste las mesas y camas de manera luminosa.
Vajillas, blanco natural
Mesas y sillas de exterior dejan su tablero y asiento en tonos miel para lacar sus patas y respaldo de blanco inmaculado. Una opción muy fresca para terrazas y jardines.
Sobre la mesa, la vajilla en blanco es un aliciente para que cualquier alimento resalte sobre su fondo. Aperitivos, bandejas o tablas de cortar, se ponen a nuestro servicio para ayudarnos.
Los jarrones son también un elemento determinante para que las flores, incluso las blancas, tengan un lugar propicio para llenar la casa de vida. Lo ideal es elegirlos con adornos o formas en los que la sencillez rompa su estructura.
Una vajilla en blanco es el regalo ideal de cualquier lista de boda. Un color eterno, que nunca pasa de moda sobre la mesa, piezas que se pueden sustituir en caso de rotura, sin ninguna dificultad.
Propuestas que se pueden encontrar con adornos más sofisticados, como filos dorados, y otras con detalles más sencillos que embellecen la mesa en el día a día.
Ensaladeras, platos, teteras, boles de aperitivos o jarras de agua, son elementos extraordinarios sobre los que agasajar a los comensales.
Las fuentes con forma de pez u hojas de palma son el elemento ideal para presentar platos principales, elementos de formas divertidas, que logran que el menú sea aún más atractivo.
Habitación en blanco. Utilizando el color blanco en paredes, muebles y complementos, como almohadas, sabanas y edredones blancos impolutos, vamos a lograr decorar un dormitorio luminoso y con un aire de romanticismo que convertirá el nuevo dormitorio en una suite nupcial.
Luz y amplitud. El blanco agranda visualmente el espacio. Si no lo combinamos con ningún otro color da una sensación de vacío e infinito y en los interiores proporciona siempre frescor y calma. Además, realza la luz y aporta luminosidad por lo que si tu idea es la de agrandar el espacio de una habitación y darle un ambiente suave te recomendamos que pintes las paredes blancas y lo combines con un parqué de madera clara.
Blancos cálidos. Hay que evitar caer en la frialdad extrema de la estancia, que no genera sensación de confort. Por eso, lo mejor será un blanco roto (y no un blanco nuclear) y combinarlo con madera o metal, así como con tonos neutros como la gama de los tierra, los grises e, incluso el negro.
Un toque vintage por favor. El blanco es el color por excelencia de la decoración vintage. La clave está en muebles con efecto envejecido y en los detalles decorativos que hacen que el espacio sea romántico, fresco y femenino.
Industrial chic. Las texturas exquisitas que conviven en el estilo industrial, lo último en cuanto a tendencias decorativas, aportan profundidad y calidez a un espacio decorado con elementos blancos. El ladrillo, la piedra, la madera, el metal… serán tus aliados. No olvides jugar con la iluminación, que debe ser cálida.