Tras confrontación, advierten con “guerra del agua” en La Angostura
La confrontación ayer entre los regantes con pobladores del valle alto y dueños de restaurantes por utilizar la represa de La Angostura puede ser la antesala de una “segunda guerra por el agua” en Cochabamba, anunciaron los productores agrícolas.
El conflicto estalló luego de que los regantes intentaran abrir la compuerta de la represa para desfogar agua para el riego de sus cultivos en el valle central y bajo. Sin embargo, los pobladores de Tolata y Arbieto, además de dueños de restaurantes, lo impidieron.
“Para nosotros la segunda guerra del agua ha empezado. Esta represa no es para el turismo, es para riego y vamos a hacer cumplir eso”, dijo el representante Manuel Rocha.
El comandante de la Policía del valle alto, Vladimir Pérez, informó que en el enfrentamiento se usó explosivos de alta onda expansiva. En tanto, la senadora Lucy Escobar advirtió la movilización de unos 50 jóvenes, presuntamente contratados, que actuaron de forma organizada contra los regantes y la Policía hasta que hubo dos gasificaciones.
Después de la confrontación que dejó dos heridos, los regantes se retiraron, pero advirtieron con volver el lunes para iniciar un bloqueo indefinido y la “segunda guerra del agua”. En tanto, los lugareños y los que viven del turismo instalaron una vigilia.
Ante la pelea por el agua, la Gobernación informó que convocó a un diálogo para este jueves a los regantes, pobladores y dueños de actividades turísticas con el Ministerio de Medio Ambiente.
En tanto, el sociólogo Fernando Salazar lamentó que se llegue al enfrentamiento entre regantes y personas que viven de la represa, cuando la de Misicuni está llena e incluso desfoga agua al río Rocha para no colapsar.
Sequía
La evaporación no se detiene. A inicios de julio, el caudal de La Angostura era de 5.700 millones de metros cúbicos (m3), ahora es de 4.500 millones de m3. La represa permite regar más de 3.800 hectáreas.
La Gobernación convocó a cuatro reuniones con la propuesta de que al menos 2,5 millones de m3 pasen a los regantes y garantizar un metro de altura para evitar la mortandad de peces como ocurrió en 2016. Sin embargo, no hay ningún acuerdo.
Pablo Montesinos, comunario, afirmó que es imposible desfogar porque La Angostura se quedaría sin nada. Son 21 comunidades, 16 de Arbieto y cinco de Tolata, que dependen de la represa.
Pese a acercamientos, no hay solución. El director de Riego y Aguas de la Gobernación, Ronald Equilea, dijo que agotarán nuevamente las instancias del diálogo.
“Se han reunido incluso con el gobernador Humberto Sánchez y con el Viceministerio de Riego y Agua. Convocamos nuevamente a una mesa de diálogo, sé que hoy tienen programado una nueva reunión”, dijo Equilea.
La senadora Lucy Escobar instó al cumplimiento de la ley que señala que la represa fue creada para riego.
Bloqueos
El representante del Sistema Nacional de Riegos No. 1 La Angostura, Manuel Rocha, afirmó que el volumen aún da para un riego. Por eso, desde el lunes los regantes entrarán en un paro indefinido y bloquearán las carreteras a Santa Cruz y al occidente.
Análisis
Fernando Salazar - Sociólogo
“Los regantes están abandonados”
Concluido el periodo de lluvias en marzo de 2021, se tuvo la certeza de un año de sequía en Cochabamba. El resultado crítico es la escasa cantidad de agua en la represa La Angostura, cuya agua no alcanza ni para dos largas de las seis requeridas por 5 mil usuarios.
Las autoridades de riego y Sederi de la Gobernación, así como Misicuni y Fedecor tuvieron seis meses para planificar y dar solución a la sequía, pero no hicieron nada, dejaron abandonados a los últimos productores de la cuenca lechera.
Los regantes, que fueron abandonados por el Estado, durante estos meses buscaron alternativas parciales, siendo algunas la perforación de pozos y sobre todo la construcción de diques a lo largo del río Rocha para captar las aguas servidas.
La alternativa inmediata, sin duda, es desfogar las aguas de Misicuni, excavar canales de riego hacia Tiquipaya y Sipe Sipe. De lo contrario, las aguas de Misicuni serán echadas una vez más al río Rocha, en cantidades de 40 millones de metros cúbicos, para ocultar la vergüenza y el engaño a los cochabambinos.