Lecheros advierten que la terminal reducirá tierras agrícolas y forraje
Los representantes del sector agrícola y lechero de la Subcentral de Albarrancho rechazan la construcción de la nueva terminal en la zona, porque advierten que acelerará la urbanización de las tierras productivas y de forraje. El empresario ratifica que no afectará a este sector.
“Vemos con preocupación la construcción de la nueva terminal. Aunque digan que no va a afectar a la producción agrícola lechera, sí nos va a afectar, porque seguro nos van a obligar a cambiar el uso de suelo y eso nos hará cambiar de rubro”, declaró un dirigente de la Subcentral de Albarrancho, Emilio Medrano.
Añadió: “La actividad lechera está vigente en este sector y nosotros vivimos de eso. Por esta razón, nosotros pedimos a las autoridades que no se olviden del sector agrario, porque estamos siendo olvidados y discriminados”.
Otro vecino, Gilberto Alconz, señaló: “El crecimiento urbano nos afecta al sector lechero, porque nosotros vivimos de la producción agrícola lechera. Los lugares de donde más forraje sacamos es de ahí (terrenos de la terminal) y de los terrenos del cuartel. La reducción de espacios va a generar una crisis para el forraje”.
La Subcentral de Albarrancho está en el Distrito 9 de Cercado, al sudoeste de la ciudad, pasando el puente Champa Rancho. Toda la zona permanece como uso de suelo agrícola. Pese a ello, las construcciones proliferaran, hay vías asfaltadas y pocos espacios están destinados al forraje y crianza de ganado.
Uno de los vecinos comentó que esto se debe a que muchos “herederos no quieren mantener las lecherías porque ya estudiaron” y por eso comenzaron a vender sus terrenos.
Cambios
En tanto, el dirigente de la subcentral señaló que, debido a la falta de espacios para el pastoreo, ahora tienen “ganado de corral” que día a día alimentan con forraje adquirid incluso de Santa Cruz y el valle alto.
“Es evidente que tenemos un crecimiento urbano lento. Los que tienen construcciones en la zona son los hijos de los antiguos agricultores, pero otros seguimos con la lechería, hemos tecnificado la zona y estamos criando el ganado en espacios pequeños, porque ya no tenemos áreas de pastoreo”, explicó.
Al respecto, el empresario y administrador de la terminal Jaime Veizaga indicó que este proyecto no afectará las áreas agrícolas de Albarrancho, pero beneficiará a otras zonas “totalmente urbanizadas como el barrio Militar y Santos Paraíso”, que son lugares con bastante población y necesidad de fuentes de empleo.
“La terminal limita con el río Tamborada, la avenida principal y la planta de tratamiento de Albarrancho, difícilmente va a llegar a expandirse. Una terminal se convierte en un polo de desarrollo que va a hacer que se tenga negocios en la zona”, manifestó Veizaga.
La Alcaldía aprobó, en octubre, la construcción de una nueva terminal de buses privada, impulsada por el actual administrador de la estación, Jaime Veizaga, en Albarrancho, mediante la Ley No. 1045/2021.
La empresa Terrapuerto Bolivia comenzó con la construcción de la nueva terminal hace una semana y proyecta invertir 30 millones de dólares, 6 en el terreno y 24 en la construcción.
El concejal Joel Flores dijo que el terreno donde se emplazará la terminal continúa como un sector agrícola legalmente.
ANÁLISIS
“Necesitamos un crecimiento inteligente”
Carmen Ledo Directora del Ceplag
Lo que el Estado tiene que hacer es generar instrumentos de políticas públicas que hagan muy caro urbanizar lo agrícola y generar un proceso de densificación urbana, evitando el avance de la huella urbana.
En la actualidad, la huella urbana está sobrepasando las 24 mil hectáreas. El área que está a la espera de la homologación son 37 mil hectáreas, eso es realmente el golpe más bajo que podemos recibir, porque la huella máxima, el horizonte máximo a donde podía haber crecido eran a las 35 mil hectáreas, eso significaba generar un daño muy grande a los acuíferos.
Lamentablemente, este descontrol del avance de la huella urbana y del avasallamiento a las zonas agrícolas está llegando a tocar fondo, porque toda la zona lechera o que provee de alimento fresco para nuestra cotidiana existencia están siendo avasalladas.
Las autoridades deberían sentarse y ver qué es lo más aconsejable, hacia dónde queremos ir. Necesitamos un crecimiento inteligente en Cochabamba que permita la conservación de tierras agrícolas.