El cáncer apagó la vida de 17 niños en un año en el Hospital Pediátrico
El cáncer infantil dejó luto en familias de Cochabamba. Esta enfermedad apagó la vida de 17 niños que batallaban contra este mal en el pabellón de oncología del Hospital del Niño Manuel Ascencio Villarroel en 13 meses.
Las restricciones por la pandemia de Covid-19 no sólo dificultaron el acceso al diagnóstico, sino que, además, frenaron el acceso a la atención médica y los medicamentos, según los testimonios de madres y el registro de instituciones que apoyan a este sector vulnerable.
“Ha sido muy doloroso porque muchas de las familias han tenido que lamentar y ver sus niños fallecer en casa. El año pasado hemos lamentado 15 pérdidas; este año pasó poco más de un mes y ya tenemos dos pérdidas. La lucha es constante. Lamentablemente, el cáncer no tiene pausa, no hay espera”, dijo la vicepresidenta de la Asociación de Padres de Familia de Niños con Cáncer, Cinthia Choque.
La limitación de los horarios para circular y el cierre de fronteras causaron que algunos niños no lleguen a tiempo al hospital o, en su defecto, que salgan a recibir tratamiento fuera del país.
“Una de nuestras niñas que había ido temporalmente al Chapare, porque viene de Ivirgazama, no llegó a tiempo a los tratamientos: todos los caminos estaban bloqueados por la pandemia, no se podía viajar; ha llegado muy tarde”, relató el director de la Fundación La Casa de los Niños, Aristide Gazzotti.
Contó que la prematura muerte de los niños se podía haber evitado, pero es un hecho que continúa ocurriendo. “Son más de 30 los niños que han fallecido en estos 13 años que llevo en el país, varios de ellos con cáncer. El año pasado, cinco de nuestra comunidad. Es complicado, difícil”, dijo.
Gazzotti contó que madres y profesionales lo buscan constantemente para que con la fundación ayude a cubrir el gasto de tomografías con contraste para los niños, hasta medicamentos para aliviar el dolor de los menores.
“Se gasta menos mandando a los niños a Argentina que en sacar una resonancia acá”, indicó Gazzotti a tiempo de mencionar que la fundación tiene convenios en Buenos Aires con el hospital Garrahan y Gutiérrez.
La fundación se convirtió en un espacio de esperanza donde padres y niños de escasos recursos pueden acceder a un albergue temporal y acudir al Centro Educativo Terapéutico Integral (CETI) Arco Iris de Paz para continuar con sus estudios.
Por otra parte, la administradora de la Fundación Oncofeliz, Carla Frías, confirmó que desde que comenzó la pandemia los padres tuvieron problemas para trasladarse al oncológico e incluso se quedaron sin trabajo, situación que con el paso del tiempo se va superando.
Ante el inicio de clases, mencionó que en el pabellón hay 25 niños que cumplen con el calendario escolar sin descuidar su tratamiento. En este contexto, el pasado miércoles, el alcalde Manfred Reyes Villa donó material escolar y se comprometió a entregar desayuno a este centro educativo, instalar wifi y apoyar con insumos.
Sin embargo, pese a estos compromisos, varias madres señalaron que las carencias y las limitaciones del sistema de salud público continúan en tema de infraestructura, más especialistas que atiendan con calidez a los niños y equipos médicos para diagnosticar la enfermedad.
LOS FÁRMACOS SE AGOTARÁN EN MAYO
En 2021, la falta de medicamentos e insumos médicos obligó a padres de niños con cáncer a movilizarse. Con la finalidad de evitar que esta experiencia se repita esta gestión, el director del hospital pediátrico de Cochabamba, Vladimir Rojas, informó que se adquirió un stock de fármacos con el que se tiene garantizado el tratamiento de pacientes hasta mayo, pero acotó que ya se realizan gestiones para comprar otro lote en caso de desabastecimiento.
Precisó que actualmente hay 25 niños activos en tratamiento de quimioterapia, de éstos, algunos son de Cochabamba y otros llegan desde Sucre, Beni, Pando y Potosí.
Choque añadió que con la pandemia la cantidad de pacientes diagnosticados disminuyó porque los análisis son caros, otra de las tareas pendientes.
PUNTOS DE VISTA
Los medicamentos son costosos y no todos están dentro del SUS, las mamás tienen que hacer kermeses o buscar de alguna manera gestionar. Lamentablemente, no se venden de forma directa, es un problema constante”
Cinthia Choque
Vpte. Padres de Familia
Con el SUS y el programa Cáncer del Ministerio de Salud se mejoró la atención, pero el tratamiento es largo. Tenemos niños que están tres años y, lamentablemente, la mortalidad es alta, el costo desde el diagnóstico es caro”
Vladimir Rojas
Director del Hospital del Niño
La pandemia ha retrasado los controles de los chicos, pero están continuando con el tratamiento, con sus quimio. Se está reactivando y normalizando las actividades, como las clases en la escuelita con la bioseguridad”
Carla Frías
Administradora Oncofeliz
Vamos a mandar al centro educativo del oncológico desayuno escolar para ayudarlos, e inclusive vamos a buscar la manera de darles medicamentos, como piden los papás. Veremos también la posibilidad de instalar wifi para las clases”
Manfred Reyes Villa
Alcalde de Cochabamba