Canillitas, un gremio con 70 años de lucha para incentivar la lectura
Humildes pero como una familia unida que a diario lucha por incentivar la lectura, pese a los avances tecnológicos, así se resume el trabajo de los canillitas.
El gremio cumple este 1 de mayo 70 años de vida sindical en Cochabamba con el reto de lograr un seguro de salud para 135 aliados de la información.
Aunque reconocen que el noble oficio de acercar las noticias a la población ya no es tan rentable como antes, varios canillitas con más de 50 años de trayectoria en el rubro recuerdan que la actividad les permitió hacer “muchos amigos” y sacar adelante a sus hijos.
Este es el caso de Ricardo Tejerina, un canillita con 50 años de experiencia, 40 de los cuales se dedicó a comercializar periódicos en la plaza principal 14 de Septiembre para alimentar y pagar los estudios de sus tres hijas.
“El trabajo empieza a las cuatro de la madrugada y nos retiramos cuando terminamos de vender los periódicos, eso a veces es a las seis de la tarde. Lamentablemente, como sector nos sentimos olvidados por el Gobierno y otras autoridades”, comentó.
Tejerina adelantó que en próximos días asumirá la dirigencia del Sindicato de Canillitas de Cochabamba con el desafío de mejorar las condiciones de vida de los afiliados.
“Cumplimos 70 años, con la pandemia la venta ha disminuido bastante, cada vez la gente lee menos, el internet y las redes sociales también afectaron nuestros ingresos, pero seguimos en la lucha. Algunos tuvimos que buscar otras formas de generar ingresos”, remarcó.
El dirigente detalló que 30 personas del gremio perdieron la vida a causa de la Covid-19, por lo que la prioridad será facilitar el acceso a servicios de salud.
“Desde mis 10 años vendo periódicos, es una satisfacción volver a luchar por mis compañeros, tenemos una ley por aviso que está en el olvido, veremos si se puede activar”, añadió.
Entre las anécdotas que recordó está el prestigio que tenía un voceador de noticias hace medio siglo.
“Solíamos ir a vender al cine para la función de noche, esa era una época bella porque después terminábamos en El Prado donde la gente nos invitaba a comer”, puntualizó.
“Vender periódico es un lujo, nos da amigos de toda clase, he tenido el lujo de almorzar con presidentes, ministros y alcaldes”, dijo Osvaldo Rómulo Guevarra, otro canillita con 60 años de labor.
Sentado en una silla en El Prado de Quillacollo, contó con nostalgia que vender periódicos lo llevó también a entablar amistades con generales, médicos, abogados y personas en situación de calle.
“Hacer esto es sacrificado pero uno queda satisfecho. Antes vendíamos tirajes de 7 mil a 8 mil ejemplares diarios, eran tiempos en que las personas hacían filas para comprar”, afirmó.
Guevarra sostuvo que la historia del oficio está ligada a la del país.
En ese contexto, relató que, por ejemplo, durante el golpe de Estado de Hugo Banzer Suárez los canillitas recogían los periódicos en plena balacera para que la población se mantenga informada.
Lamentó que en la actualidad la falta de apoyo, incluso de algunas alcaldías que en los últimos años tomaron la decisión de ya no comprar periódicos para incentivar la lectura en bibliotecas.
PIDEN A EMPRESARIOS BUSCAR ALIANZAS
Ante las dificultades por acceder a papel y la disminución de la venta de periódicos, desde el Sindicato de Canillitas de Cochabamba solicitaron a los dueños de medios impresos buscar alianzas para incentivar en las escuelas la lectura y otro tipo de proyectos.
En un sondeo, algunos canillitas plantearon que se profundice la investigación periodística para que la población pueda acceder a material en profundidad y con diversidad de fuentes.
Para este domingo el sector organiza un acto y un agasajo en su sede, ubicada en la avenida Heroínas entre Ayacucho y la calle Baptista. Se prevé la participación de autoridades.