Las construcciones ilegales no cesan en la Hacienda Angostura
Las construcciones ilegales no cesan en la Hacienda Angostura o Canelas, en el km 12 del camino al valle alto, de parte del último grupo que ingresó la pasada semana y comenzó a levantar edificaciones en las tierras cultivables, según denunciaron este miércoles los afectados.
El nuevo grupo de loteadores que asegura haber comprado los terrenos a un integrante de la familia Canelas, que al parecer desconocen que falleció en 1969, no mostró ningún documento y no tuvo ningún reparo en vaciar cemento en los terrenos productivos destinados a la siembra del forraje para el ganado lechero de la granja que está en funcionamiento hace 116 años.
En la última semana se han levantado 15 nuevas construcciones de cuatro por cuatro en un terreno que además está en el área rural del municipio de Arbieto y sin que cuenten con una autorización de la Alcaldía. Además, es un terreno en saneamiento que tiene medidas precautorias de no innovar de parte del INRA.
El avasallamiento y la violencia con la que actúa este nuevo grupo de loteadores, de los 12 que se estiman que existen en este lugar, movilizó a los comunarios de la zona de Canelas, que el anterior viernes incluso intentaron desalojarlos, pero fueron agredidos.
Los pobladores expresaron también marcharon el martes hacia la Gobernación para pedir que el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) proteja las zonas productivas que están invadidas por los avasalladores de tierras.
De momento, hay un ambiente tenso en el sector debido al avance de los loteadores y la indignación de los pobladores que han comenzado a reaccionar contra los asentamientos ilegales que comenzaron hace dos años, en la restricción por la pandemia.
Lechería
En tanto, el estado del ganado en la Hacienda Canelas es delicado, debido a que las reses no tienen alimento fresco ni agua, porque los loteadores taparon los canales de riego.
En la última semana nacieron dos crías, pero muy débiles debido a que sus madres no cuentan con el forraje necesarios y además sufren el estrés de la detonación de petardos de parte de los asentados y del trajín de los vehículos que un camino privado dentro la granja para llegar a los cerros donde están la mayoría de las construcciones.