Avasalladores aún tapan un tramo del canal de riego de La Angostura
Los avasalladores mantienen tapados al menos 100 metros del canal de riego que permite producir maíz y forraje fresco para alimentar a vacas lecheras de la Hacienda Angostura.
Tras la agresión física a siete trabajadores que procedían a la apertura de la acequia, el gerente del Sistema Nacional de Riego No. 1 de La Angostura, Manuel Rocha, indicó ayer que se recurrirá al Tribunal Agroambiental para que los asentamientos respeten las normas que protegen al sector agropecuario y los usos y costumbres.
“Todavía nos falta abrir al menos 100 metros. Estamos analizando acudir a un juzgado del Tribunal Agroambiental”, aseveró.
Rocha dijo que los afectados por las agresiones se recuperan, aunque a uno se le detectó fisuras en los huesos.
“La Fiscalía de Tarata no nos ha notificado todavía con ningún avance. Sabemos que la justicia es lenta. Esperamos que se investigue a los responsables”, complementó.
El gerente de la asociación detalló que los asentados cerraron tres tramos. Uno se logró limpiar, pese a la agresión; otro fue destapado por la Federación Regional Intercultural Kanata; mientras el tercer sector obstruido es el más complicado porque se encuentra en una zona denominada Maicapampa, donde existe mayor oposición.
Una de las propietarias de la hacienda, Luz Marina Canelas, dijo que si hasta la próxima semana no se logra reabrir el canal no se podrá sembrar forraje para el ganado lechero.
“Estamos preocupados porque ya está pasando la temporada de frío y, si el canal sigue tapado, no podremos sembrar porque si lo hacemos y no regamos las semillas se van a quemar por el sol”, sostuvo.
Canelas remarcó que el cierre del canal ya perjudica dos años la siembra de forraje para el ganado.
El ganado sobrevive sólo con insumos
Pese al asedio, los propietarios de la Hacienda Angostura continúan trabajando por la supervivencia de la centenaria granja lechera.
Ante la falta de forraje fresco, los dueños se han visto en la necesidad de seguir importando rollos de pasto e insumos de Santa Cruz, además de adquirir forraje fresco de comunidades aledañas y alimentar al ganado con pencas de tunas para evitar la muerte de más animales.
Una de las propietarias de la finca, Luz Marina Canelas, señaló que las pérdidas son millonarias porque en lo que va del año 22 vacas murieron por la falta de alimento fresco, pese a que se intentó salvarlas con la asistencia de veterinarios.