En 3 años el Covid-19 no se debilitó, pero la población creó anticuerpos
Desde 2020 hasta finales de 2022 en Bolivia, más de 1.170.000 personas se contagiaron con Covid-19 y más de 22.000 fallecieron. De acuerdo con Yercin Mamani, especialista en salud pública y epidemiología e investigador de la Facultad de Medicina de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS), el virus no se debilitó y, aunque la población creó inmunidad, pensar que esta enfermedad ha perdido fuerza es un error.
“El virus ha estado generando menor mortalidad porque la gente ha ido creando inmunidad por tres vías: por haberse vacunado, enfermado del Covid-19 o primero haberse vacunado y luego enfermado”, dijo el experto.
Detalló que las personas que se vacunaron y luego se enfermaron adquirieron la inmunidad híbrida. “(Ellas) tenían mayor cantidad de anticuerpos que aquellas que solamente se vacunaron o enfermaron, o aquellas que primero enfermaron y luego se vacunaron”, explicó Mamani.
Pero también indicó que si no hubiera la vacuna y no se conociera al virus como se la conoce en la actualidad, la mortalidad sería cuatro veces mayor.
“Lo que refiere la Organización Mundial de la Salud (OMS) es que, si no tuviésemos vacunadas a las personas con enfermedades de base y adultas mayores, probablemente en este momento la mortalidad sería cuatro veces más, al igual que en la primera ola. A nivel mundial, la mortalidad fue del 3% y en Bolivia estuvo por encima del 6%”, añadió.
El Servicio Departamental de Salud (Sedes) en Cochabamba informó que, durante la primera ola de la Covid-19 con la cepa original, el virus era completamente nuevo, no se tenía conocimiento de cuál sería su comportamiento epidemiológico y clínico, ni cuánto duraría. No se contaba con medidas de prevención ni el tratamiento, lo que obligó a utilizar las medidas de prevención generales, aplicadas en cualquier otra enfermedad.
Ya en la segunda y tercera ola se entendió mejor a la enfermedad desde el punto de vista fisiológico y se conoció los órganos humanos que afectaba. Y ya en la tercera ola se introdujo la vacuna.
Mutaciones
A lo largo de tres años, el SARS-CoV-2 tuvo muchas mutaciones, algunas aumentaron la severidad del cuadro clínico, como las variantes lambda y delta. Pero otras disminuyeron la severidad del cuadro clínico e incrementaron la propagación del virus, como la variante ómicron y sus subvariantes.
“En cada ola, el virus tuvo una variación, por ejemplo, en esta última ola, nuevamente, volvió a aparecer la pérdida del gusto y del olfato, mientras en la tercera y cuarta ola, los síntomas fueron mucho más musculoesqueléticos, dolores articulares y musculares. El malestar general era mucho mayor. Asimismo, hace un año, la cefalea ha sido un indicador importante al igual que la diarrea, en la segunda ola.
Pero los síntomas originales o cardinales siguen siendo de tipo respiratorio”, detalló Mamani.
El virus por estaciones
Las estaciones del clima no tienen nada que ver con la mutación de las variantes, pero sí con su propagación.
Según un estudio realizado por el epidemiólogo Yercin Mamani, en invierno y verano se incrementa la propagación de la enfermedad, y las nuevas variantes hacen que la elevación de contagios sea mucho más de lo esperado.
En invierno, podría deberse a la disminución de inmunidad y la concomitancia con otras infecciones respiratorias, que hacen que el virus ingrese con mayor facilidad al organismo por la vía respiratoria. Mientras en verano el tema tiene que ver con el ambiente, a mayor humedad, el virus está más tiempo activo.
Cartera de vacunas aplicadas
En Bolivia 6.444.407 personas recibieron la primera dosis de la vacuna contra la Covid-19. Asimismo, se aplicó 5.251.678 de la segunda, 998.652 de la dosis única, 2.374.378 de la tercera y 569.968 de la cuarta.
Las vacunas administradas en el país son Sputnik V, AstraZeneca, Sinopharm, Pfizer y Janssen. La cobertura en primera dosis es de 68% y de 57% en segunda dosis.
La tasa de letalidad bajó del 6,2 al 0,1% en el país
Según el ministro de Salud, Jeyson Auza, desde el inicio de la pandemia en 2020 al 6 de enero de 2023, se registraron más de 1.168.711 casos de Covid-19, de los cuales 22.315 perdieron la vida, Solo en 2022, 551.491 personas se contagiaron y 2.162 fallecieron.
Desde la llegada de la pandemia en 2020, los casos aumentaron paulatinamente. Sucedió lo mismo con la letalidad.
En la primera ola, la tasa de letalidad fue de 6,2%; en la segunda ola, de 2,7%; en la tercera, de 2,7%; en la cuarta, 0,7%; en la quinta, 0,1%, y en la sexta, 0,1 %.
Según la explicación del ministro Auza, en 2020, Bolivia aplicó la misma estrategia que otros países: el confinamiento total de la población. Pero una vez que el presidente Luis Arce asumió su mandato, el Estado dejó de lado la estrategia del confinamiento y se realizó la búsqueda activa de casos, la identificación de contactos, el diagnóstico precoz de personas, el aislamiento de personas positivos, y el tratamiento oportuno para evitar las terapias oportunas.
“En 2020, se aplicaba un enfoque hospitalocentrista, lo que quiere decir que se intentaba atender a los pacientes Covid-19 solo en los centros Covid. Pero en 2021 se fortalece el primer nivel de salud para atender a la ciudadanía en su misma comunidad y así se evita el colapso de hospitales”, señaló.