Angostura, una hacienda de 100 años, se recupera y encara nuevos desafíos
La Hacienda Angostura, de más de 116 años, se recupera tras el desalojo de uno de los grupos que avasallaba sus tierras desde hace tres años y ha vuelto a sembrar. El ganado está libre y se alimenta de las primeras pasturas.
Poco a poco, el campo va recuperando su espacio en este lugar en el camino al valle alto. A pesar de que varias edificaciones siguen de pie tras el desalojo del INRA, con la Resolución Suprema 16129-2015, se ha logrado sembrar 12 hectáreas.
“Lo más destacable es el rol de la Policía, que está cumpliendo con la custodia de esos terrenos. Ya lo ha dicho el INRA: parte de esos terrenos son fiscales y los que son cultivables son de la familia Canelas y están volviendo a ser productivos”, explicó una de las propietarias, Luz Marina Canelas.
Aunque el 22 de diciembre se logró que unas 70 personas que tenían intenciones de compra abandonen el lugar, ahora, el conflicto intenta trasladarse a los tribunales.
A mediados de febrero se presentó un amparo en el Juzgado Público Mixto de Tarata por parte de una de las personas desalojadas por la presunta vulneración a sus derechos y se tramitó con agilidad, pero no prosperó porque no pudo acreditar su derecho propietario. Además, objetaba el trabajo de la Policía y del INRA.
En el documento en el que se adjunta recibos de depósitos bancarios, expuso: “Exijo justicia y la única manera de que se me restituya el derecho de vivienda es mediante la presente acción constitucional”.
Sin embargo, en respuesta se presentaron respaldos legales y notariales para demostrar el derecho propietario de la familia de 58 hectáreas e, incluso, la presencia de varias instituciones en el desalojo.
“No existe documento que acredite que la señora es propietaria de algún predio, (…) no existe minuta de transferencia de dominio. Lo único que existe es un compromiso de venta”, dice el documento de respuesta .
Ahora, los propietarios ultiman los trámites para la demolición de las construcciones en los terrenos cultivables.
Sequía
La hacienda, dedicada a la producción lechera, puede volver a ser como antes de los avasallamientos, pero se ve afectada por la sequía que golpea al valle alto. Su prioridad es sembrar forraje: avena y alfalfa para las 55 vacas lecheras y para las 12 crías que se esperan este año.
Durante la etapa más crítica, murieron 31 reses por falta de alimento fresco y agua. En total, llegan a 66 animales afectados, pues otros fueron descartados y llevados a otras granjas.
La finca comenzó con la producción de leche y sus derivados con la llegada al país de ganado de la raza Holstein.
Por la pérdida, se inició un proceso por biocidio en la Fiscalía. Se estima que la granja sufrió un daño de unos 500 mil dólares por la paralización y muerte de animales.
“Si llueve poco, el agua no logra penetrar. Es un terreno árido que en tres años no ha recibido nada de urea, de guano o fertilizantes y encima tiene restos de construcciones que hacen que no esté creciendo uniformemente lo sembrado”, dijo una de las propietarias.
El acceso al riego se complica porque las acequias están tapadas o destruidas. Además, el canal de riego que se alimenta del desfogue superior ha sufrido derrumbes y se tiene que reparar. En tanto, el río no está desfogando porque hay varios conflictos con los que tienen actividades turísticas.
“Lo más importante es destapar las acequias internas, hay unos dos kilómetros así que se necesitan para recibir el agua y regar la parte media”, explicó.
El riego se coordina con las instancias de la Gobernación y del Sistema de Riego No. 1.
Maicapampa
Los propietarios de la otra hacienda, Maicapampa, que está en el predio denominado Canelas, gestionan una acción de cumplimiento para que se proceda a recuperar los terrenos cultivables.
Avasallamientos
Sólo en Cochabamba, se tienen 90 denuncias de predios productivos y algunos urbanos que están avasallados, según los datos de la Cámara Agropecuaria de Cochabamba (CAC), que en 2022 comenzó a organizar a las víctimas. Se estima que hay 4.500 hectáreas avasalladas en la Angostura, La Viña en Sacaba, Villa Copacaba, Tamborada B y otros predios.