Peluquerías de La Cancha se aferran a lo tradicional; las barberías innovan
Cada día es un desafío para los peluqueros y barberos que mantienen este oficio en la ciudad de Cochabamba. Los primeros se aferran a sus costumbres y rutinas; los segundos exploran nuevas formas de conseguir clientes.
Las primeras peluquerías que aún funcionan en el mercado La Cancha, el mayor centro de abasto, aseguran que llevan más de 30 años en este lugar dedicados a este oficio y prefieren mantener lo tradicional para captar clientes. Por ahora, las redes sociales no son una opción y aseguran que una buena o mala jornada de trabajo depende del día y de la suerte.
El propietario de la peluquería Bolívar, José Flores, lleva más de 30 años en el oficio y considera que el cliente retorna solamente cuando se le realiza un buen corte y cuando se siente cómodo. “Hay que ser amigos, hay que hacer charla, escucharlos y hacer un buen servicio”, enfatizó.
Una radio con música de antaño, máquinas manuales, unas contadas tijeras, manteles y sillas de madera estáticas, entre otras herramientas, son algunas de las características que se aprecian en estas peluquerías. Nada extravagante; sólo lo necesario.
Los cuadros con los cortes más tradicionales son infaltables en el decorado. En varios se pueden leer los estilos más requeridos: “Romano”, “medio Palermo”, “Firpo”, “media melena” y otros más, que fueron pintados hace años. Sin embargo, ahora existen más variedades y en algunos casos se usan fotografías para ilustrar las novedades.
¿Redes sociales? No, no son una alternativa para peluqueros como Flores. “Se gana, aunque poco, pero tenemos. Los sábados y domingos es sagrado, recuperamos los clientes perdidos de la semana”, aseguró.
Los peluqueros de La Cancha son considerados de “tercera clase”, según Flores, debido a que los precios oscilan de 10 a 15 bolivianos.
Explicó que desde la calle Punata hasta la Aroma están los de “segunda clase”, cobran más entre 20 y 30 bolivianos. Finalmente, los de “primera clase” se encuentran en el centro, El Prado, la avenida San Martín y La Recoleta.
Aunque el dirigente de la Federación de Peluqueros de Cochabamba, Jermán Soliz, descarta las clases y dice que el precio varía según el lugar y el alquiler del espacio. Aseguró que en La Cancha, en la San Martín y en otros lugares existen peluqueros muy capacitados que realizan un trabajo excelente, pero deben cobrar según la locación. “Hay para todo bolsillo, el cliente puede escoger dónde le conviene”, destacó.
Innovación
En la última década han surgido nuevas barberías. Flores dijo que esta actividad se debió a la apertura de escuelas de estilistas, pero considera que la formación de las nuevas generaciones “ya no es como antes”.
Varios de los estudiantes o ayudantes se independizaron y abrieron sus propios emprendimientos. Sin embargo, muchos se inclinaron por no ofrecer sólo cortes, sino también generar una presencia, un ambiente que sea similar a los que se ofrecen en el exterior del país. Algunos de ellos se aprecian en La Recoleta y en otras partes de la ciudad.
¿Y las redes? Sí, son una de las herramientas que más se usan. Varios de los peluqueros y barberos publican en sus redes los trabajos que realizaron en los últimos días o semanas.
“Sin las redes sociales me moriría de hambre”, contó el barbero Nelson Jaldín, que comparte su contenido en las diferentes plataformas y las usa para consolidar sus servicios.
Para ejercer este rubro, ahora, el peluquero y barbero tienen una infinidad de herramientas, de tamaños, medidas y para todo estilo. Antes, el cliente se tenía que conformar con lo que existía. Además, los de la “nueva escuela” usan delantales en los que lucen sus tijeras y demás insumos de trabajo.
“La modernidad ha generado más competencia. Hay más peluquerías, más herramientas digitales para usar y el cliente va a donde le atrae”, señaló.