Paisaje y flores Tajibos chiquitanos tiñen de rosa la ciudad del valle
Los tajibos rosados, lilas y blancos si bien son árboles propios de los bosques chiquitanos, en Santa Cruz, se adaptaron al valle de Cochabamba y florecen durante el invierno contrastando con el paisaje seco y gris de esta época del año.
La planta pertenece a la especie de Handroanthus impetiginosus y es nativa de Sudamérica.
La variedad de especies y la planificación de su siembra según cada estación del año son una forma de asegurar que muchas florezcan en diferentes épocas del año, explicó la jefa de la Unidad Forestal de la Alcaldía de Cochabamba, Karen Córdova.
Agregó que los planes de arborización del municipio buscan garantizar que haya árboles con flores la mayor parte del año.
El tajibo junto con el toborochi son dos especies que florecen en el frío, entre junio y julio. Las flores del primero, incluso, forma alfombras rosadas en el suelo, lo que se opone al paisaje seco o gris de algunos espacios urbanos.
Algunos de los tajibos más coloridos se pueden apreciar en sitios como el puente Quillacollo, en el paseo de El Prado, en la plaza San Sebastián, en la Colón, en La Corazonistas, en el puente Killman y en la avenida Simón López, por la ciclovía. En el campus central de la universidad pública, además, hay un tajibo blanco.
Cochabamba requiere plantar 1,5 millones de árboles en una década para revertir la pérdida de cobertura vegetal, especialmente en el centro de la ciudad, según el último Plan Maestro de Forestación y Reforestación que se elaboró en la ciudad. En el departamento hay un déficit de vegetación, en el mejor de los casos de tres árboles por cuadra.