Urkupiña aspira a ser Patrimonio del mundo por el ayni y la integración
La Festividad de la Virgen de Urkupiña, arraigada en las tradiciones ancestrales de Quillacollo, busca ser reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Pero ¿cuáles son los elementos que la destacan? Conozca algunos de los hilos del pasado y presente que tejen su historia.
Desde hace al menos 15 años, autoridades, instituciones e investigadores aspiran a postular la festividad para ser reconocida a nivel mundial. Tras un arduo trabajo y la compilación de información en mil páginas, con fotografías y videos inéditos, en marzo de 2023 se logró la inscripción oficial.
¿Qué se destaca?
Esther Balboa, integrante del Comité Impulsor de la postulación e investigadora, explicó que el dossier presentado refleja tanto la parte material como simbólica. Por ejemplo, los santuarios, el cerro de Cota, las avenidas por las que se disfruta de la música y la danza y la iglesia son parte de la esencia material, mientras que la rica simbología ancestral añade profundidad a Urkupiña, señaló.
Antes de su naturaleza católica, dijo que esta festividad estaba dedicada a la luna (killa en quechua) y la Pachamama (Madre Tierra), con rituales que convocaban la reciprocidad de la tierra. “Es el ayni, que no solamente es entre dos personas, también es con los elementos de la tierra, del cosmos, con la espiritualidad”, mencionó.
Por tanto, la relevancia de declarar a Urkupiña patrimonio intangible va más allá de la festividad en sí, remarcó. Representa un símbolo de reciprocidad y unidad arraigada en la cultura andina. Además, la fiesta, que involucra Alasitas, danzas, música y el emblemático Calvario, trasciende fronteras.
El vicario del templo de San Ildefonso, Juan Carlos Molina, indicó que hay devotos de la Virgen en países como Argentina, Chile, Brasil, Estados Unidos y España. “No sólo es una fiesta local, es una fiesta de la Integración”, destacó Esther Balboa.
El reconocimiento de la Unesco no sólo preservará la materialidad de Urkupiña, sino también los valores simbólicos ancestrales que la sustentan, coincidieron las autoridades. Asimismo, este logro significará un impulso cultural y turístico, generando también ingresos económicos para el departamento.
Para Edwin Claros, investigador eclesiástico, esta postulación destaca la riqueza de las tradiciones nativas y la conservación de las expresiones de fe únicas que merecen reconocimiento global.
La directora de Culturas de la Gobernación, Luz Ordoñez, resaltó la colaboración de múltiples instituciones en esta postulación y dijo que el posible reconocimiento abre nuevas oportunidades para impulsar el turismo religioso. “Creemos que la festividad reúne todas las condiciones necesarias para ser declarada Patrimonio de la Humanidad”, sostuvo. Se espera aún la respuesta de la Unesco.
La primera postulación
Las fraternidades que participan en la entrada de Urkupiña también impulsan esta postulación que llegaría a ser la primera a nivel departamental. Además de los devotos que llegan a pedir o agradecer a la “mamita”, también llegan feligreses del interior y el exterior que, con fe y devoción, bailan en su honor, indicó el representante de los fraternos, René Valdez.
Otros reconocimientos
Entre los patrimonios inmateriales de Bolivia, declarados por la Unesco están: el Carnaval de Oruro, la cosmovisión de los Kallawayas, la Ichapekene Piesta (la fiesta mayor de San Ignacio de Moxos), el Pujllay y el Ayachiri, la Feria de la Alasita de La Paz y la fiesta del Señor Jesús del Gran Poder, que también se celebra en la ciudad de La Paz.