Kochalitas libres, mujeres transforman telas en polleras y nuevas oportunidades
En medio de un entorno desafiante y con una determinación inquebrantable, las “Kochalitas libres” demuestran que la unión, la voluntad de progresar y el espíritu colaborativo abren puertas a nuevas oportunidades. La asociación, compuesta por 35 emprendedoras, forjó, en los últimos seis años, su propio camino en el mundo de la confección. Así sus creaciones se convirtieron en una fuente de sustento y fortalecieron los lazos sólidos de apoyo entre sus integrantes.
“Entre nosotras nos apoyamos, entre nosotras trabajamos. Cuando ponen interés se puede salir adelante”, destacó Francisca Vizalla, presidenta de la asociación que se fue organizando desde 2017.
La historia de “Kochalitas libres” es la historia de lucha de cada una de sus integrantes, algunas son madres solteras, otras apoyan en la educación de sus hijos y otras trabajan de la mano de sus esposos.
Su motor principal es la colaboración mutua en la confección y venta, tanto al por mayor como al por menor, de las prendas que realizan con sus propias manos. “La unión hace la fuerza”, afirmó Vizalla.
La experiencia y habilidad que cada integrante aporta enriquecieron el grupo, convirtiéndolo en un espacio de aprendizaje y crecimiento constante.
Por ejemplo, desde hace más de una década, Zulma Villarroel, una de las primeras afiliadas, comenzó su travesía en la costura, una vocación que le permitió alcanzar sus metas y ahora hace una pollera en solo tres horas. “Poco a poco comenzamos. Yo vivo de esto”, contó.
Rosa Condori recordó que se conocieron vendiendo en las calles. “Nos hemos animado, nos hemos afiliado y así estamos trabajando. Con esto tenemos una entradita”, dijo.
En pequeños talleres, acomodados en sus domicilios, costuran en máquina y a mano blusas y polleras de diferentes materiales, como ser satín, algodón, tul, con o sin forro, entre otros.
El precio de comercialización varía según el tamaño, la tela y el diseño que realizan. “Lo hacemos a medida y a gusto del cliente”, manifestaron. Además, “esto nos ayuda para mantener a nuestras familias, para salir adelante juntas. Las mujeres también tenemos que trabajar en algo para salir adelante”, añadió Beatriz Condori, parte de las “Kochalitas libres”.
Vizalla subrayó que, través de su trabajo, buscan demostrar que el derecho al trabajo es inalienable. “No pueden atajar el derecho al trabajo, cualquiera es libre de trabajar, es libre el negocio, por eso, somos Kochalitas libres”, dijo.
Este grupo de mujeres empoderadas es el vivo ejemplo de cómo el compañerismo y la voluntad pueden superar cualquier desafío, y cómo juntas pueden construir un nuevo camino.