Comerciantes sólo darán cinco accesos a la Barrientos y tres casas ya están tapiadas
La construcción de un muro perimetral para delimitar la propiedad de la antigua estación del tren desató una controversia entre vecinos que ocupan 12 viviendas, tres de las cuales ya quedaron tapiadas ayer, y la hilera de comerciantes de la avenida Barrientos. Los primeros piden al menos una salida “digna” hacia la vía para cada familia y los dueños de casetas acordaron permitir sólo cinco.
La Unidad Técnica de Ferrocarriles (UTF) explicó que el proyecto se ejecuta por temas de seguridad y, sobre todo, para definir y hacer respetar un área de propiedad del Estado. En 2017 se puso en conocimiento de los vecinos que debían regularizar su salida a la avenida y no así tener acceso a predios del Estado, remarcó el coordinador general de la UTF, Augusto Chassagnez. Al no tener avances, las viviendas están quedando atrapadas entre el muro y las casetas.
La regularización de los predios pasa primero por la Alcaldía. La comuna Adela Zamudio informó que los vecinos cuentan con un derecho propietario global de 4.970 metros, pero no tienen un derecho individualizado en Derechos Reales. Y, si bien quisieron iniciar un trámite, se les rechazó porque no cumplen con los requisitos técnicos, como colindancias y el proyecto de urbanización.
Al respecto, los vecinos manifestaron que desde hace más de dos décadas peregrinan para regularizar sus documentos con diferentes trabas. La mayoría son hijos y nietos de los adjudicatarios, extrabajadores de ENFE.
Salidas a la Barrientos
Los comerciantes, con mediación de las autoridades, acordaron brindar tres accesos reubicando a comerciantes y manteniendo libres un garaje y otro ingreso que existe en la zona. Este miércoles se observó trabajos de mejoramiento en un ingreso de la avenida a una vivienda que deberá compartir su salida con dos o tres vecinos rompiendo muros.
“En forma humanitaria se les ha accedido a cinco accesos, pero piden 11, lo cual no se va a poder”, sostuvo Griselda López, dirigente de los comerciantes. Los vecinos argumentan que estas limitaciones convertirían las viviendas en “una ratonera” violando la privacidad de los residentes y anunciaron un amparo constitucional. Los comerciantes mantienen una vigilia.