Con un dragado y agua limpia buscan salvar una laguna Alalay en crisis
La laguna Alalay aún lucha por su supervivencia. La falta de lluvias, la sedimentación y la contaminación afectaron gravemente a este ecosistema, en las últimas dos décadas. Un dragado previsto para este año y la captación de agua limpia son las apuestas para recuperarla y alargar su vida.
La laguna depende en gran medida de las precipitaciones, las cuales disminuyeron debido a la crisis hídrica. Por ello, los niveles de agua bajaron provocando malos olores y una creciente contaminación, indicó el secretario de Planificación de la Alcaldía de Cochabamba, Marcel Panoso,
Para enfrentar esta crisis, el municipio adjudicó el dragado -después de 26 años- a la Asociación Accidental Ecodragados Cochabamba Alalay (Edca) por Bs 30 millones y en un plazo de 240 días para tener un espejo de agua “limpio”. Sin embargo, pese a realizarse el inicio simbólico de las obras, el 10 de septiembre, estas no comenzaron por la falta de un requisito para la extracción de los lodos.
La Alcaldía sostuvo que es un tema político, porque la empresa ya solicitó las licencias para el transporte y disposición final de los lodos (se prevé trasladar 114.400 metros cúbicos), pero la Gobernación informó que la última solicitud de categoría ingresó recién esta semana.
Tras este primer paso, se ejecutará una zanja de coronamiento para evitar que las aguas residuales lleguen al vaso de agua, lo llenarán con agua limpia y también se planea una intervención macrourbana sostenible en el entorno de la laguna para preservarla como un pulmón ecológico y un atractivo turístico, añadió.
El biólogo José Balderrama enfatizó la importancia de los dragados periódicos para lagunas como Alalay, que tienden a sedimentarse y enfrentar problemas de contaminación y eutrofización. Aunque la intervención puede causar la migración temporal de algunas especies, es momentáneo y depende de una gestión adecuada, además de la cantidad y la calidad del agua, mencionó.
El director de la Unidad de Limnología de la UMSS, Édgar Goitia, señaló que la laguna ha experimentado eutrofización, debido al ingreso de materia orgánica y nutrientes a través de los desagües. Aunque se detectaron metales pesados, indicó que no representan un peligro directo para las personas, ya que no hay peces en la laguna. En tanto, remarcó que el dragado aumentará la capacidad del embalse de agua y alargará su vida. Pero cada cierto tiempo se tiene que dragar (Ver infografía).
El ambientalista Gregory Paz señaló que el dragado es una medida de emergencia, pero la solución definitiva radica en evitar la entrada de contaminantes, como conectar los alcantarillados en la zona sur. Hizo hincapié en que la laguna no es un estanque, sino un ecosistema, y su diseño debe reflejarlo. La transparencia en el proceso es crucial para contribuir con su recuperación, sostuvo.
La discusión sobre cómo garantizar el suministro de agua limpia para la laguna después del dragado llevó a un debate sobre las alternativas, entre ellas Misicuni. Sin embargo, la empresa reafirmó que el propósito principal de la represa es proporcionar agua para consumo, riego agrícola y generación de energía. Sugirió que se busquen otras opciones, dejando la decisión en manos de Semapa.