La ayuda llega a 27 municipios que sufren sequía: una bolsa de urea por productor
Con el propósito de mitigar los daños de la sequía, la Gobernación de Cochabamba comenzó ayer a distribuir semillas, fertilizantes y vitaminas para el ganado a 27 municipios afectados por la crisis hídrica.
La ayuda se entregó a alcaldes y concejales, quienes contaron que el apoyo se repartirá de forma equitativa, aunque eso implique la dotación de una sola bolsa de urea (fertilizante) u otro insumo por cada familia afectada por la falta de agua.
El director departamental de Desarrollo Agropecuario (Didag), Jhonny Laime, precisó que se dotaron 2.976 bolsas de urea, 420 bolsas de semilla de papa, 145 bolsas de semilla de avena, 73 tachos de hortalizas y 395 frascos de reconstituyente para el ganado, con una inversión que supera los 773 mil bolivianos.
“Se está beneficiando a 27 municipios afectados por la sequía y que se declararon en emergencia y después en desastre. Esto es parte del plan que tenemos para enfrentar la emergencia departamental por la falta de agua”, enfatizó.
Laime no descartó que en próximos meses de proceda a la entrega de más insumos agropecuarios para colaborar a los productores del cono sur, valle alto, zona andina y de la región metropolitana.
El alcalde de Pasorapa, Ismael Castro, ponderó el apoyo de la Gobernación, pero advirtió que, si la falta de lluvias persiste, la crisis hídrica podría agravarse.
“Como municipio, estamos dotando agua a 20 comunidades en dos cisternas, aunque no nos damos abasto porque las distancias son largas”, aseveró.
Castro detalló que 2.700 cabezas de ganado bovino están en riesgo por la falta de agua, mientras que los atajados están con caudales mínimos del líquido vital.
El alcalde de Omereque, Darwin Vera, comentó que a la fecha se atiende a 27 comunidades que sufren por la escasez de agua, aunque aclaró que los pobladores todavía no reportaron la muerte de ganado.
Entre tanto, el alcalde de Cocapata, Gabriel Rivas, indicó que en al menos cuatro comunidades los productores camélidos están preocupados porque no hay forraje para los animales, por lo que en las próximas semanas podrían comenzar a morir.
Los alcaldes coincidieron en que la sequía afectó también al turismo.