Capitán padece sida felino y aún sueña con tener una familia
Herido, deshidratado y totalmente enfermo, así fue rescatado el Capitán América hace un poco más de un mes. Se trata de un gatito criollo de cuatro años que vivía en las calles de la zona norte de Cochabamba, pedía comida a los vecinos y sufría las inclemencias del tiempo, pero también las agresiones de los perros.
Después de semanas de tratamiento, el felino se recuperó de una anemia, hasta subió de peso y empieza a cambiar su pelaje, pero de lo que no podrá recuperarse es del sida o inmunodeficiencia felina que fue confirmado tras una prueba de laboratorio.
Esta enfermedad no es transmisible a humanos y tampoco a otro tipo de animales, únicamente entre felinos a través de la transfusión de sangre o el apareamiento. Aunque Capitán América fue castrado necesita de cuidado y alimentación especial, por ello, busca una familia.
Lleva varios días esperando ser adoptado, pero aún no llega la persona indicada para hacerse cargo de él.
La historia
Mónica Argote y Darinka Vásquez son las activistas que junto con Álvaro, un bombero voluntario, buscaron la forma de atrapar al felino para brindarle ayuda.
“Vi la publicación que hizo Patitas Descalzas pidiendo colaboración para el gatito que estaba en situación de calle. Desde ese día me enteré del caso y me dio mucha pena ver esa foto, creo que nadie ha visto un gato tan descuidado en su vida, primera vez yo”, cuenta Mónica.
Señala que, desde entonces, se puso en campaña, junto con Darinka, para rescatar al animal.
El gatito tenía una rutina, iba hasta un edificio donde un guardia de seguridad le daba comida, luego visita al hamburguesero de la zona también para alimentarse.
“Formamos un grupo de WhatsApp para organizarnos y recaudar fondos para poder atraparlo y para darle comidita”.
Alquilaron una jaula trampa y la ubicaron en el edificio que el gato visitaba con frecuencia. “El 6 de diciembre, fuimos a dejar la jaula, el 8 de diciembre cayó en la trampa”.
Mónica cuenta que llevaron al gatito a la veterinaria Ayni para que pueda ser atendido. “Nos dijeron que iba a ser un gatito feral y que iba a necesitar cuidados muy especiales”.
“Después de un proceso largo de recuperación, la veterinaria nos está haciendo el favor de alojarlo, estamos cubriendo los gastos”.
Mónica señala que los doctores que atendieron a Capitán dijeron que “es apto para vivir tranquilamente hasta que Dios lo permita”. Por ello, se busca una familia que pueda adoptarlo, pero debe cumplir con algunos requisitos, como no tener otros gatos y tampoco perros, porque Capitán les teme por anteriores agresiones.
“Embajador” de otros gatitos
La veterinaria Ayni, a cargo de los cuidados de Capitán, señala que cumplió un rol educador muy importante. “No fue famoso sólo por ser hermoso y tener una linda historia, sino también por ser embajador de todos los gatitos con sida y enseñar que su enfermedad no lo imposibilita de soñar con una hermosa familia”