Laquiña aún está bajo riesgo por el lodazal y los daños en las lagunas
Las intensas lluvias y la falta de trabajos en las dos lagunas que causaron una riada mantienen en vilo a la comunidad de Laquiña, que quedó sepultada por el lodo y piedras el pasado domingo, según un recorrido por la zona.
Laquiña se encuentra en Sacaba, a 24 kilómetros y 35 minutos de viaje de la ciudad de Cochabamba. La comunidad pertenece a los distritos rurales de Ucuchi y Chiñata.
Aunque, los trabajos en la parte baja de la cuenca avanzan, los damnificados alertaron ayer que el riesgo persiste en la zona y las comunidades aledañas debido a que se requiere un manejo integral desde las alturas para prevenir otra tragedia.
Ante las advertencias, Los Tiempos verificó que las lagunas Ch’allaqhocha y Mesapata siguen con los diques dañados y todavía no se hace ningún tipo de trabajo en el sector.
Los embalses artesanales se encuentran en la cumbre del Parque Nacional Tunari (PNT) y captan agua de las lluvias y de varias vertientes. El primero está con bajo caudal, pero el segundo, con 50 por ciento.
El presidente del distrito de Ucuchi, Wilder Vargas, indicó que las lagunas se construyeron después de la reforma agraria, en 1952, y comentó que se descuidó su mantenimiento durante al menos 15 años por las escasas lluvias.
“No está hechas de cemento ni de concreto, sólo tienen piedra y tierra, entonces han rebalsado por la presión del agua, lo que pasó es que la laguna grande reventó y afectó a la más pequeña y todo eso llegó a Laquiña”, remarcó.
Vargas aseveró que la destrucción de los diques fue provocada por las intensas precipitaciones y los lugareños no lograron alertar porque no esperaban tanta lluvia.
El desborde de las lagunas destruyó completamente cinco viviendas y sepultó otras cinco en Laquiña, según el dirigente, Ramiro Villarroel.
Precisó que la riada dejó 30 familias damnificadas, entre las que se encuentra el propietario de una granja de pollos que requiere agua y alimentos para que las 15 mil aves que sobrevivieron puedan paliar en algo las necesidades de las cuatro familias que se dedican al rubro.
Entre tanto, la cantidad de familias afectadas por la destrucción de tuberías, un pozo profundo y vertientes por el lodo supera las 1.500 en las comunidades de Chiñata y Catachilla Alta, de acuerdo a informes preliminares. El alcalde Pedro Gutiérrez informó que ayer se declaró zona de desastre a Laquiña y anunció que este miércoles se comenzará a entregar tanques y agua en cisternas a los damnificados y afectados.
Mencionó que el municipio requiere alrededor de 20 millones de bolivianos para hacer un manejo integral de toda la cuenca a fin de reducir los riesgos y recuperar todo lo que se perdió con la mazamorra.
Entre tanto, los trabajos del encauce del río y la limpieza del área afectada avanzan, anunció el jefe de la Unidad de Gestión de Riesgos (UGR) de la Gobernación, Fernando Fernández.
Los pobladores piden retirar el material para evitar que el sedimento siga bajando a comunidades aledañas como Chiñata en cada época de lluvias y también para que los damnificados puedan recuperar sus parcelas.
OPINIONES
Tenemos seis máquinas trabajando en la zona y 70 personas para la limpieza y rescate. Fernando Fernández, Jefe de UGR Gobernación.
Necesitamos que el nivel central nos apoye en la recuperación, tenemos menos de un millón para desastres. Pedro Gutiérrez, Alcalde de Sacaba.