Desborde de ríos afecta a 5 comunidades del trópico y Laquiña sigue bajo el lodo
El desborde de los ríos 24 y Chapare afectó a por lo menos cinco comunidades en el municipio de Villa Tunari y obligó a evacuar a 90 familias por las persistentes lluvias.
Entre tanto, a un mes de la riada, varias viviendas siguen cubiertas de lodo y piedras en la comunidad de Laquiña, en Sacaba. En tanto, los trabajos del encauce del río están en pausa debido a que el riesgo persiste por la gran cantidad de material acumulado en la zona del desastre.
El responsable de la Unidad de Gestión de Riesgos (UGR) de Villa Tunari, Víctor Díaz, informó ayer que la crecida de los ríos anegó cultivos de plátano, yuca y cítricos en los sindicatos Gualberto Villarroel, San Miguel, Villa 14, Todos Santos, Villa Chapare y 2 de Agosto B.
“El caudal está bajando lentamente y estamos haciendo la evaluación de los daños, pero sigue lloviendo en las alturas, por eso hemos recomendado a la gente que busque otras zonas más seguras”, afirmó.
El presidente del Concejo de Villa Tunari, Gladys Inturias, sostuvo que uno de los sectores más afectados es Gualberto Villarroel, donde el lodo y el agua ingresaron a varias viviendas y una unidad educativa.
Comentó que la afectación ocasionó la suspensión de las clases y la evacuación de los profesores.
El jefe de la UGR de la Gobernación, Fernando Fernández, recordó que la alerta naranja por lluvias en la región del trópico está vigente hasta el domingo, por lo que se monitorea permanente el nivel de los ríos.
Sacaba
En Laquiña, el panorama continúa siendo desolador desde el aluvión del 25 de febrero, a pesar de que se estima que los trabajos del encauce del río en la parte alta y media tienen un 50 por ciento de avance.
El responsable de la UGR de Sacaba, Jhony Corrales, explicó que la inestabilidad del suelo provocó una pausa en los trabajos de limpieza.
“Nos falta encauzar la parte baja del río, pero en este momento no se puede ingresar, porque la maquinaria tiende a hundirse. El próximo lunes nos vamos a reunir con los comunarios para evaluar la situación”, subrayó.
Corrales agregó que también se avanza en la reposición de agua para consumo y se prevé más adelante intervenir en la parte alta de la cuenca.
El aluvión se debió al colapso de dos lagunas artesanales en la parte alta de la cuenca y dejó al menos 30 damnificados, entre ellos, una granja de pollos con 15 mil aves.