Andrés: “Mi mamita me dejó su don y ahora yo vendo anticuchos como ella”
Andrés, un niño de tan solo 12 años decidió levantarse para ser el sostén de su familia tras perder a su madre en un trágico accidente de tránsito el pasado 20 de febrero.
“Mi sueño es seguir adelante; si una persona se cae, se levanta para seguir siempre adelante”, es la frase que repite el pequeño mientras prepara anticuchos para la gente que conoce la sazón heredada de su madre.
A tan corta edad, él asumió la responsabilidad de ser el pilar de su familia después de la partida de su madre. Nora Ortuste Daza (29) sufrió un accidente cuando iba a bordo de una motocicleta junto con su pareja y padrastro de Andrés.
El niño recuerda que era el ayudante de su madre en su puesto de anticuchos, que está ubicado en la Segunda Circunvalación y Pando. “Mi mamita me dejó su don y, bueno, ahora yo vendo de cuenta de ella y a la gente le gusta porque yo saqué el mismo don de mi mamita”, dice Andrés, entusiasmado por la cantidad de gente que lo conoce y que acude a su puesto.
Reconoce que es “cansador” considerando que su día empieza a las 6:00 para alistarse e ir al colegio que está a un kilómetro de su casa. “Paso clases de lunes a viernes hasta la 1:10, llego del colegio y empiezo a hacer las cosas que se deben hacer para el anticucho”.
A partir de las 18:00, Andrés junto con su padre y otros familiares, comienza la venta de los anticuchos hasta las 22:00. “Me entro y empiezo a hacer mis tareas hasta las 12 o 1 de la mañana”, agrega.
Cuentas que pagar
El accidente que acabó con la vida de la mamá de Andrés también dejó con las costillas fracturadas a su padrastro Juan Guillermo Salamanca. Él cuenta que tuvo que dejar la clínica donde estaba internado porque la cuenta cada día se hacía más grande.
“Yo me presté plata para salir de la clínica, ya no me he hecho los chequeos por el dinero. Si quieren darnos una ayudita de corazón les pido”, señala Juan Guillermo.
Además, pide justicia para su pareja porque en las imágenes de las cámaras de seguridad se ve que, en la madrugada del 20 de febrero, Guillermo y Nora sufren una caída cuando iban en motocicleta. En ese instante, aparece un trufi que a toda velocidad pasa por encima de la mujer y luego huye sin que el chofer preste auxilio.
“Cuando la estaba enterrando, ya le habían dado libertad al muchacho (el que conducía el trufi). Fuimos a reclamar al día siguiente y nos dicen que habían cambiado de juez y hasta el día de hoy no han dado la cara. No sabemos quién es”, dice.
Pese a la tragedia y dolor, esta familia conformada por Andrés y Guillermo lucha por seguir adelante y si usted quiere apoyar puede contactarse con el siguiente número: 70713181.
El niño invita a la población a visitar el puesto de anticuchos que su mamá fallecida atesoraba: “Yo aquí con mi familia vendemos de lunes a sábado, desde la 6 hasta la 10 de la noche, puede pasar aquí, nomás”.