Dragones, macetas y llaveros: transforman el almidón en arte 3D
El almidón de maíz, un elemento cotidiano utilizado en la cocina, se convirtió en la materia prima para la creación de innovadores diseños impresos en 3D, en Cochabamba. Desde hace dos años, Kevin Acuña trabaja en su taller, en Tiquipaya, dando vida a dragones articulables, macetas y llaveros eco amigables en forma de animales, y más.
“Al principio todo fue frustración”, contó sobre sus experiencias tras comprar, con trabajo duro, su primera impresora 3D. Con perseverancia y un aprendizaje autodidacta, en tres meses logró perfeccionar la impresión de un cubo y comenzó con sus primeras creaciones: macetas para plantas de interior, que expuso en ferias locales.
Hoy, su taller, con siete impresoras trabajando a diario, es un espacio creativo en el que cobran vida dragones articulados, gatos, guerreros antiguos, personajes de DreamWorks como Chimuelo, dinosaurios en diferentes escalas, entre otros modelos que obtiene bajo licencia en páginas web de diseño 3D. Posteriormente, se enfocará en sus propios diseños, comentó.
“Les recomiendo bastante paciencia para esto, empezar con lo básico y hacer prueba y error sin frustrase; si no se puede un modelo, hacer otro, tener paciencia y perseverancia”, manifestó.
¿Qué material utiliza?
El filamento PLA (ácido poliláctico) es su insumo principal y tiene como materia prima el almidón de maíz. No requiere de recursos como el petróleo, no es tóxico y es biodegradable. Informó que en Cochabamba hay tres importadoras. “Lo que buscamos es ofrecer una alternativa sostenible en el mercado, donde nuestros juguetes y objetos puedan reintegrarse a la tierra en forma de abono”, explicó.
Las creaciones pueden tomar desde dos hasta más de 15 horas en imprimirse y armarse; algunas tienen más de 200 piezas que se crean una por una. Se puede pedir más información al teléfono 65331050.
El costo va de 10 a más de 200 bolivianos, dependiendo del diseño y el tiempo de producción, indicó.