Hay 12 casas encerradas entre muros y casetas en la estación y avenida Barrientos
Después de ocho meses del conflicto, las 12 familias del Bloque “C” de la avenida Barrientos continúan atrapadas entre los muros de la antigua estación de trenes de San Antonio y las casetas metálicas de los comerciantes, por lo que insisten en una salida.
Las familias cuentan sólo con cinco salidas improvisadas hacia la Barrientos: dos son garajes y tres casetas de comerciantes que cedieron el espacio. Los pasos hacia la calle son unos pasajes estrechos, precarios y oscuros.
El representante de las viviendas afectadas por los cierres, Frank Ponce, explicó que aún aguardan la asesoría de sus abogados. “Vamos a hacerlo por la vía legal, estamos esperando algunas respuestas y noticias, estamos siguiendo el proceso. Seguimos en emergencia”, subrayó.
Según los vecinos, desde hace más de dos décadas peregrinan para regularizar sus documentos, pero se enfrentan con diferentes trabas, porque la mayoría es hijo o nieto de los adjudicatarios, extrabajadores de la Empresa Nacional de Ferrocarriles (ENFE).
Muro
En septiembre del año pasado, la Unidad Técnica de Ferrocarriles (UTF) del Ministerio de Obras Públicas construyó un muro para delimitar la propiedad de la antigua estación y la ampliación del tren metropolitano, por lo que cerró las entradas que utilizaban los propietarios, porque son predios del Estado.
Entonces, la Alcaldía anunció que coadyuvaría para llegar a alguna solución con los vecinos y así evitar conflictos con los comerciantes. Pero, a casi dos meses de la construcción del muro, la situación no cambió para las familias.
Según la Subalcaldía Adela Zamudio, los vecinos tienen un derecho de propiedad global de 4.970 metros cuadrados, pero no con el derecho individual en Derechos Reales.
La subalcaldesa Bianca Molina explicó que intentaron realizar este trámite, pero fue rechazado, porque no cumplen con los requisitos técnicos, como colindancias y el proyecto de urbanización. Agregó que la última reunión fue en 2023 y no se avanzó.
Sin reubicación
Sólo una de las tres comerciantes que cedieron el espacio para el ingreso a las viviendas fue reubicada; las otras dos aún peregrinan por un nuevo lugar, según su representante Lidia Ramos.