Quillacollo sin solución y crecen los basurales en la estación, el cementerio y los mercados
La población de Quillacollo soporta ocho días de un atentado ambiental por el cierre del ingreso del botadero, como consecuencia de un bloqueo de los vecinos que piden el asfaltado de la vía Caico-Cotapachi.
Los puntos críticos son el cementerio, donde todo el muro posterior está convertido en un vertedero. Luego, los mercados, donde incluso botan vísceras del ganado y hasta la estación del tren metropolitano con un basural al paso de residuos domiciliarios.
La Empresa Municipal de Servicios de Aseo (EMAQ) advirtió de daños a la salud por los focos de infección que se forman en las calles, escuelas y hasta hospitales, donde en ocho días se han acumulado más de mil toneladas de residuos.
El gobernador Humberto Sánchez dijo que la solución pasa porque la Alcaldía de Quillacollo presente el informe sobre la categoría de la vía Caico-Quillacollo, que necesita 60 metros de ancho para dejar de ser un tramo del eje de conurbación y ser una vía interprovincial o interdepartamental, en la que la Gobernación o el Gobierno puedan invertir recursos para un asfaltado.
De momento, se hacen gestiones para un diálogo con los bloqueadores que permita retomar el servio de aseo en Quillacollo.