Alalay está con agua y más de 3 mil aves; las macrófitas invaden el 1% de la laguna
Alalay, una de las últimas lagunas urbanas de la ciudad de Cochabamba que sufrió varias crisis ambientales, está en una de sus mejores etapas de recuperación, porque las lluvias permitieron que el embalse se llene y alcance su máxima capacidad, de 3 millones de metros cúbicos (m3). Además, tiene una profundidad de 4,5 metros, según una inspección de la Dirección de Medio Ambiente.
La recuperación de la laguna se da después del dragado que se realizó para retirar las toneladas de lodo que se acumularon como sedimento durante 20 años.
El director de Medio Ambiente, Elvis Gutiérrez, informó que la laguna, con una extensión de más de 185 hectáreas, alberga una importante diversidad biológica. “Este año se realizarán las pruebas hidráulicas en coordinación con los regantes para evitar esa evaporación y así, cuando se tenga un año seco, se pueda mover esa agua y que será beneficiosa para la laguna”, sostuvo.
Actualmente, se identificó la presencia de macrófitas (plantas acuáticas) en solo el 1% del espejo de agua. Este nivel es considerado positivo para el ecosistema, aunque requiere de un control permanente para evitar su proliferación en toda la laguna, como sucedió en el pasado por la presencia de materia orgánica.
Para ello, 35 trabajadores del Plane realizan la cosecha de estas plantas acuáticas. Su labor empieza muy temprano en la orilla sur de la laguna, donde las plantas han proliferado. Y, a momentos, su trabajo parece inútil, porque las algas continúan avanzando sobre el espejo de agua. Sin embargo, al ver la cantidad de macrófitas extraídas es notable la labor que cumplen para contener el avance de las plantas acuáticas.
También se reporta una creciente reproducción acuática con especies como gambusia, carpa y platincho, además de una población de más de 3.000 aves que habitan la zona, lo que reafirma el equilibrio del ecosistema.
Gutiérrez destacó que desde la gestión pasada se habilitó el ingreso constante de aguas subterráneas desde Arocagua, con un caudal de 45 litros por segundo, las 24 horas del día, durante los 365 días del año, lo que contribuye a mantener estable el volumen de agua en la laguna, cuya profundidad máxima alcanza los 4,5 metros.