Los exportadores plantean 9 “golpes de timón” y una apuesta: alimentos
Concluye el 2018, y para el comercio exterior boliviano implica el cuarto año consecutivo de déficit comercial (365 millones de dólares). Un poco menor al de 2017 (970 millones de dólares), pero déficit al fin de cuentas, según reportes que presenta el Instituto de Comercio Exterior (IBCE), con datos hasta octubre pasado.
¿Cuánto tiempo más seguirá este déficit? Es difícil calcularlo, pero si queremos resultados distintos, por qué seguimos haciendo las mismas cosas, cuestiona el gerente del IBCE, Gary Rodríguez, parafraseando a Einstein. Por ello, el IBCE propone al Gobierno nueve golpes de timón en las políticas públicas de exportación y sugiere apuestas por productos no tradicionales con los alimentos como principal punta de lanza.
En Cochabamba, en tanto, el presidente de la Cámara de Exportadores (Cadexco), Gunter Haas, coincide con varios de estos puntos, reclama buscar nuevos mercados, además de repensar en el tipo de cambio, y sugiere dar mayor impulso a los alimentos, manufacturas de cuero y minerales no tradicionales, como las piedras preciosas.
Por su parte, el analista económico, Gabriel Espinoza, considera que las dos grandes razones para el déficit de las exportaciones son el tipo de cambio y los costos laborales, y sugiere pensar en los servicios, como potencial de exportación, y los alimentos.
De nuevo con el IBCE, los nueve golpes de timón que sugiere son: apuesta por los biocombustibles, fomento de la biotecnología, libre exportación de excedentes, construcción de un hub en el aeropuerto de Viru Viru, hacer de la urea principal insumo fertilizante en el país, la construcción de Puerto Busch, combate frontal al contrabando, políticas de productividad y competitividad ante la negativa de levantar el tipo de cambio, y búsqueda de inversiones extranjeras.
1.- Biocombustibles. Apostar plenamente por los biocombustibles. “Se ha avanzado en etanol y hemos felicitado públicamente al Gobierno por ello, pero estamos atrasados en biodiesel”, comenta el gerente del IBCE, al explicar que se tratan de combustibles verdes, que no sólo resaltan por ser renovables, sino también porque generarán una enorme inversión en el país, ingresos, empleo e impuestos para el Estado.
2.- Biotecnología. Se tiene que autorizar el uso de la biotecnología, que generarían volúmenes adicionales en la producción de alimentos, en especial para la soya, maíz, caña de azúcar y algodón en fibra.
3.- Libre exportación. “Necesitamos una garantía de que los excedentes van a poder salir al exterior, especialmente en el rubro de los alimentos”, explica.
4.- Aeropuertos. Hay que construir un hub aéreo en Viru Viru. A mediano plazo podríamos estar afectando un mercado de 140 millones de personas, y ser un eje distribuidor tanto de cargas como de pasajeros, lo que generaría un ingreso de divisas de forma extraordinaria.
5.- Puertos. Es urgente la consolidación de la construcción de Puerto Busch, un puerto multipropósito en el corredor Dionisio Foianini, para sumarse a los tres puertos internacionales: Aguirre Gravetal y Jeneffer, que provocarán mayor movimiento de carga a través de la hidrovía Paraguay Paraná.
6.- Urea. Hay que hacer de la urea el principal insumo, el preferido en el sector agrícola y pecuario del país, no sólo para el cultivo de cereales, sino de pasto para la ganadería.
7.- Combatir el contrabando. Hay que hacer un ataque frontal y proteger a industria nacional, especialmente en los rubros de ropa, alimentos y productos de madera.
8.- Trabajar con la productividad y competividad. El tipo de cambio ha subido los costos de producción en el país y si no se quiere mover el tipo de cambio hacen falta políticas de mayor productividad.
9.- Buscar inversiones. Extranjera directa y privada nacional, pero para ello se requiere seguridad jurídica, mercados asegurados e incentivos.
DÉFICIT EN 2018 DE $US 365 MILLONES
Según datos del Instituto Bolivia de Comercio Exterior (IBCE), Bolivia exportó, entre enero y octubre de 2018, un valor de 7.653 millones de dólares, mientras que las exportaciones en el mismo periodo de 2017 alcanzaron solamente a 6.781 millones.
Sin embargo, Bolivia cierra una gestión más con un saldo comercial negativo, puesto que las importaciones superan con 365 millones de dólares a las exportaciones.
No obstante, existe una importante mejora en relación al 2017, cuando la balanza comercial tuvo una diferencia de 970 millones de dólares en favor de las importaciones.
OPINIONES
"Einstein decía que no podemos esperar cambios si hacemos las mismas cosas. Debemos dejar paradigmas que no han dado resultados y que la racionalidad y la ciencia se impongan, construir puentes de confianza. El Ejecutivo debe tomar decisiones inteligentes y valientes. Por eso, hacemos estas propuestas". Gary Rodríguez. Gerente de IBCE
"Los problemas son el tipo de cambio: por el dólar fijo nuestros productos cuestan más y pierden competitividad en el exterior; lo segundo son los mercados; el Gobierno debería buscarlos, pero siempre son las cámaras las que lo hacen, y finalmente falta flexibilidad en el tema de la 1008 para el sector minero". Gunter Haas. Presidente Cadexco
LOS ALIMENTOS SON UNA ALTERNATIVA REAL, PERO FALTA BIOTECNOLOGÍA
REDACCIÓN CENTRAL
Para el gerente del IBCE, Gary Rodríguez, si se quiere revertir el déficit en el comercio exterior, una de las alternativas es fomentar la exportación de productos tradicionales, y uno de los que mejor responderían a esta inquietud es el rubro de los alimentos.
“Difícilmente vamos a llenar el vacío que dejan los hidrocarburos con productos del mismo rubro, además de que estos son productos no renovables. En cambio los alimentos, no sólo pueden llenar este vacío, sino, además, superarlo con creces”, explica Rodríguez.
“Si hacemos bien las cosas, sólo hasta 2025, deberíamos estar exportando 10 mil millones de dólares sólo en alimentos, explica el gerente del IBCE.
Pero para ello, hace falta una condición ineludible: autorizar el pleno uso de la biotecnología (lo que incluye organismos genéticamente modificados, o transgénicos).
En este rubro estarían incluidos la soya y sus derivados, maíz, caña de azúcar, algodón en fibra y otros con los que se podría lograr mayor productividad y rentabilidad.
Además, refiere Rodríguez, la biotecnología podría aplicarse también en los pastizales, considerando la necesidad de la ganadería y los proyectos de exportarse carne, sobre todo a los mercados del Asia y Rusia.
Otros productos de largo aliento, al margen de los alimentos, son las confecciones textiles, el GLP y la urea.
Mercados
En cuanto a mercados, se presentan excelentes oportunidades en China, Rusia y Vietnam. China es la segunda potencia económica mundial, el primer exportador mundial y el segundo importador económico mundial después de Estados Unidos explica, al concluir que se trata de un mercado de mil millones de personas con nichos de mercado con alto poder adquisitivo.
China es comprador de materia prima y de productos terminados y de alimentos especiales, por lo que se pueden desarrollar productos específicos, como quinua, tarwi y kañawa.
Rusia también tiene segmentos de alto poder adquisitivo que se podrían atacar.
Finalmente, está Vietnam, considerada la puerta del mercado asiático. Podemos llevar carnes de bovino, castaña, sésamo, café soya y derivados, concluye.
Manufacturas y piedras preciosas
El presidente de Cadexco, Gunter Haas, menciona también los alimentos, pero añade las manufacturas de cuero y madera como productos potenciales para intensificar la exportación.
Sin embargo, habría que analizar también el tema de los minerales no tradicionales y piedras preciosas procedentes de Cochabamba, que este año subieron en 1.000 por ciento.
EN COCHABAMBA, LA UREA ALTERA LAS CIFRAS EN AL MENOS 93%
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Las exportaciones en Cochabamba experimentan una alteración de al menos 93 por ciento en valor y 60 por ciento en volumen provocados por la reciente producción de urea en la planta de Bulo Bulo, según análisis de la Cámara Departamental de Comercio (Cadexco), con base en datos recopilados del Instituto Nacional de Estadística (INE). “Esos datos causan una enorme distorsión, pues parecería que las exportaciones cochabambinas se dispararon, lo cual no es así”, indica el presidente de la Cadexco, Gunter Haas.
Por el contrario, si se quita el tema de la urea de las estadísticas, se tiene que las exportaciones de enero a octubre de este año cayeron en 15,8 por ciento en volumen y subieron en 10,7 por ciento en valor.
Estas estadísticas develan que el departamento ha exportado menos que el año pasado, pero los ingresos son mayores sólo porque algunas cosas subieron de precio.
Según interpreta Haas, los problemas para la exportación son los de siempre: el tipo de cambio que encarece los productos nacionales haciendo que pierdan su poder competitivo en el exterior, la falta de control del contrabando y la falta de mercados exteriores. “El Gobierno no apoya en este rubro, siempre son las cámaras las que tienen que buscar mercados”, opina.
PROPONEN EXPORTAR SERVICIOS PROFESIONALES Y BIOALIMENTOS
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Para el economista Gabriel Espinoza, los servicios profesionales y los productos alimenticios naturales (bioalimentos) son otros dos potenciales rubros que prometen mucho al país y que habría que apoyarlos.
“Tenemos una gran cantidad de personas con conocimientos. A mitad de carrera podrían ofrecer a través de las nuevas tecnologías, servicios de programación, contabilidad, asesoramiento jurídico y otros. Aún cuando los salarios se han incrementado, todavía somos baratos a nivel internacional”, manifiesta.
En cuanto a alimentos, el economista sugiere los “bioalimentos” con alto poder nutricional con características especiales, en los que Bolivia es muy rica, y por su forma de producción se puede acceder a mercados exigentes.
“Hay productos como el maní y el orégano, de Chuquisaca y Tarija con experiencias exitosas de exportación”, indica.
El problema, según refiere, es que todo este tipo de productos y servicios se están abriendo paso “de forma muy silvestre y aislada y ante una burocracia muy grande”. “Lo más lógico es dejar de regular tanto y dejar de poner tantas restricciones, en lugar de fomentar”, concluye.
PUNTO DE VISTA
Gabriel Espinoza. Economista
Dos grandes causas del déficit comercial: tipo de cambio y costos laborales
Hay que diferenciar las exportaciones tradicionales de las no tradicionales. En el caso de las tradicionales, el déficit comercial responde a diferentes causas. El gas tuvo menor producción este año, los minerales (especialmente el oro y la plata) bajaron de precios, y la soya también tuvo una baja producción, aunque sus precios subieron, pese al bajo volumen.
En el caso de las exportaciones no tradicionales, son dos las causas principales de la caída: la primera: el tipo de cambio fijo y sumamente apreciado que tenemos ha hecho que nuestros productos se vean caros con relación a los precios del exterior. Y el segundo: los costos laborales que cada vez han ido subiendo y de forma desproporcionada.
Entonces, para 2019, hay que revisar el esquema de determinación del tipo de cambio. No quiere decir que devaluemos, sino dar mecanismos para que pueda inscribir el tipo de cambio. Es probable que si se liberara el tipo de cambio todavía se mantenga el 6,96 fijo. Hoy por hoy, aunque las RIN han bajado todavía están en niveles aceptables.
Pero eso no lo vamos a saber siempre y cuando se le permita al mercado ofrecer al mercado las condiciones necesarias para determinar el precio del dólar.
El otro gran problema es el incremento de costos que se han ido dando en los productos. Gran parte de nuestros exportadores previamente importan insumos y materia prima, tal el caso de los textiles, las metalmecánica (a precios elevados). Una devaluación probablemente no tendría un efecto real en la competitividad. Donde sí podría haber competitividad sostenible es racionalizando la política salarial, que en los últimos años se ha vuelto demasiado cara y no estuvo acompañada de un incremento de la productividad.