Cainco pide inyección equivalente al 20% del PIB para evitar cierre de empresas y desempleo
Una medida propuesta por la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco) para evitar el cierre de empresas y el aumento del desempleo, como consecuencia de la paralización de actividades por el coronavirus, es la inyección urgente de recursos a las empresas a través de líneas de liquidez equivalentes al 20 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
Según el presidente de Cainco, Fernando Hurtado, a pesar de las medidas ya otorgadas por el Gobierno, las unidades productivas están llegando a niveles insostenibles por la falta de ingresos. Explicó que, con un flujo de caja negativo, las empresas tendrán que reducir al mínimo sus operaciones, congelar su actividad o cerrar, lo que significaría la pérdida de empleos.
Hurtado dijo que no es momento para cuidar los índices habituales de la economía fiscal, ya que el país no se encuentra en una coyuntura normal. Manifestó que las empresas no están pidiendo un estímulo para evitar una recesión, sino que buscan evitar que empresas y personas caigan al vacío.
“Tenemos que hacer todo lo que está en nuestras manos para lograr que las luces no se apaguen. Este es el desafío. Para enfrentarlo vamos a necesitar una inyección equivalente al 20 por ciento del PIB. El Gobierno se puede refinanciar con fuentes internas y sobre todo externas, pero las familias que viven del día a día no tienen esta posibilidad”, mencionó Hurtado.
Según datos del Ministerio de Economía, el PIB nominal de Bolivia asciende a 40.581 millones de dólares. Con esa referencia, la propuesta de Cainco, de inyectar liquidez a las empresas equivalentes al 20 por ciento del PIB, se asemejaría a 8.116 millones de dólares.
“Nos encontramos en medio de una crisis nunca vista. Una crisis que amenaza nuestra existencia como empresas y pone múltiples retos a las familias”, dijo Hurtado.
También mencionó que, pese transcurrir casi un mes desde el inicio de la cuarentena, muchas de las medidas dictadas por el Gobierno nacional aún carecen de instrumentación para ser aplicadas. “Por ejemplo, a pesar de que el Banco Central está traspasando liquidez a la banca, una normativa pensada para tiempos normales deja al sistema financiero con las manos atadas para atender la actual emergencia y hace casi imposible que estos recursos lleguen a las empresas”, explicó.
El pasado 24 de marzo, el presidente del Banco Central de Bolivia (BCB), Guillermo Aponte, informó que se inyectó 3.476 millones de bolivianos a la economía nacional a través de la compra de bonos del Tesoro General de la Nación (TGN) a las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), lo que permitirá aumentar en un 50 por ciento la liquidez del sistema financiero.
Aponte explicó que las AFP invertirán esos recursos en el sistema financiero y que las entidades bancarias los inyectarán en la cartera de créditos.