Cuestionan impacto de la venta directa de dólares y la especulación persiste
El Banco Central de Bolivia (BCB) implementó diversas medidas para frenar la falta de dólares en el país, una de ellas es la venta directa de la divisa en sus ventanillas; sin embargo, el sector privado y analistas cuestionan los resultados de estas decisiones que, en algunos casos, pueden ser contraproducentes, dado que la especulación persiste.
Ante la falta de dólares en las calles, decenas de personas se volcaron a las oficinas del BCB para adquirir la moneda extranjera con distintos fines. Hay quienes simplemente quieren cambiar sus ahorros en bolivianos ante el temor de una posible devaluación, otros necesitan divisas con urgencia para devolver anticréticos o realizar importaciones.
Sin embargo, ante la reticencia de muchos para hablar con la prensa, se presume que, frente a las puertas del Banco Central, en una fila que ayer alcanzó las tres cuadras, hay también librecambistas que buscan dólares al cambio oficial (6,96 bolivianos) para venderlos hasta en 7,15 bolivianos en las calles.
El analista financiero Jaime Dunn ya alertó de esta posibilidad, Mientras el Gobierno se rige al cambio oficial, Los Tiempos constató que en las calles el precio de venta de dólares está por encima de los 7 bolivianos, en aquellos lugares donde aún se los vende.
El economista Gabriel Espinoza lamentó que no se haya atacado “el problema de origen”, que es la fuga de divisas con la importación de combustibles subvencionados, sino que se haya intentado desde hace varias semanas captar los dólares de la población con distintas estrategias (bonos remesas, compra de dólares a exportadores, entre otras), lo que generó expectativas e inseguridad en la gente.
“Hay una serie de medidas poco afortunadas como la venta de dólares de forma directa que ya se hizo en 2013 (...). Era evidente que estas medidas parche para no atender el origen del problema generarían más desconfianza”, dijo Espinoza.
Añadió que la falta de transparencia es uno de los principales factores que más inseguridad generan en los ciudadanos, pues a la fecha se desconoce el nivel de las Reservas Internas Netas (RIN), pues el último reporte, correspondiente al 8 de febrero, daba cuenta de que había un total de 3.500 millones de dólares y sólo 372 millones en divisas.
Asimismo, las autoridades aún no explicaron cómo se sostendrá la costosa subvención a los combustibles con las pocas divisas que se tienen en las RIN ni cómo se sostendrá el tipo de cambio fijo, acotó Espinoza.
Por otro lado, el presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), Mario Paredes, también expresó su preocupación de que librecambistas aprovechen la venta de dólares en el BCB para revender la moneda.
“Ahí empieza el problema: compran en 6,96 y quieren venderlo encima de 7, de lo cual los bolivianos debemos protegernos”, observó.
El gerente de la Cámara Nacional de Industria (CNI), José Luis Zavala, manifestó que se debe llamar a la prudencia y que “el Gobierno debe analizar todas las aristas de las medidas que está tomando. Ellos toman las medidas que ven convenientes y deberán evaluar si son las correctas o no, hay que esperar para ver”, dijo.
Más duro en su apreciación fue el doctor en economía Antonio Saravia, quien a través de su cuenta de Twitter mencionó: “La cosa está fea. Las chambonadas del Gobierno y el Banco Central están exasperando expectativas. ¿Dónde está el Presidente? ¿Dónde está el otrora orgulloso padre del modelito? ¿Por qué no sale a dar la cara?”.
CNC pide apurar la ley del oro
El presidente de la CNC, Mario Paredes, manifestó que el Gobierno debería apurar la promulgación del proyecto de ley para monetizar el oro de las reservas.
“Con sólo el 20 por ciento de las exportaciones del oro, se levantarían las reservas en divisas”, dijo.
Sin embargo, el proyecto está estancado en el Legislativo por la oposición política y la de los mineros cooperativistas. Ayer también, el dirigente de los cooperativistas auríferos de La Paz (Fecoman), Ramiro Balmaceda, explicó que su sector está en emergencia y no permitirá se apruebe el proyecto hasta que no se cumplan ciertos requisitos.
Estos requisitos son la firma de un acuerdo con el BCB para la reglamentación y la aprobación del impuesto único de 4,8 por ciento.