Trigo: con semillas antiguas y exceso de lluvia, redimientos sólo llegan a 1,7 t/ha
Los productores de trigo de la zona de Cuatro Cañadas, Santa Cruz, reportaron a principios de junio lluvias de hasta 300 milímetros. Con la excesiva humedad, muchos perdieron sus cultivos, otros lograron cosechar, pero con rendimientos que no superan las 1,7 toneladas por hectárea.
Óscar Vásquez, productor de trigo, afirma que la humedad y los fuertes vientos afectan a este cultivo, por eso es que se lo produce en época de invierno, pero este año las lluvias fueron persistentes, dejando un ambiente propicio para la llegada de enfermedades fatales como la piricularia.
“Ha bajado la producción, ahorita estamos con 1,7 toneladas por hectárea de rendimiento, pero se esperaba que rindamos por lo menos dos toneladas, mínimo, pero como ha habido bastante humedad la producción va a estar normal”, dijo Vásquez.
Otro aspecto que limita la producción es el uso de variedades antiguas. Según el productor, las semillas de trigo en Bolivia tienen entre 10 a 15 años de antigüedad, pues el Gobierno no autoriza el uso de variedades como la HB4 que ya está siendo ensayada en Argentina.
“Hay muchos problemas de enfermedades, que una vez que se entran (al cultivo) es difícil combatirla, como la piricularia; entonces es con nuevos eventos, nuevas variedades podemos combatir”, señaló el agricultor.
Para él, la incorporación de nuevas variedades contribuirá a la soberanía alimentaria, sobre todo cuando Bolivia no es autosuficiente en la producción de trigo y está obligado a importar de Argentina.
Por ello, Vásquez considera que es una actitud discriminatoria de parte del Gobierno, puesto que limita a los agricultores a producir con variedades antiguas sin darles la opción de innovar para mejorar sus rendimientos.
El presidente de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), Fernando Romero, mencionó que hace un año se presentó al Comité de Bioseguridad Alimentaria la solicitud de evaluación y aprobación del evento transgénico en trigo HB4 tolerante a sequía.
Romero explicó que la aprobación de esta tecnología brindará la oportunidad de asegurar las cosechas y aumentar la superficie de siembra y la producción, para alcanzar la ansiada soberanía alimentaria del país.
Por otro lado, destacó la importancia del trigo no solo en la seguridad alimentaria, sino también en el manejo sostenible del sistema productivo.
“En nuestra región, el trigo se integra de manera armónica con otros cultivos importantes como el sorgo y el girasol. Esta diversificación es clave para mantener la fertilidad de nuestros suelos y evitar la proliferación agresiva de plagas y enfermedades”, dijo.
Por ello, descartó que los productores estén dedicados al monocultivo de soya, como afirman algunos activistas. Aseguró que los productores entienden la importancia de diversificar la producción para garantizar la seguridad y soberanía alimentaria y proteger nuestro medio ambiente.
El pasado 28 de julio, en ocasión del Día Nacional del Trigo, realizado en el municipio de Okinawa Uno, el presidente de Anapo destacó la importancia de impulsar el cultivo de trigo. Indicó que en la última década el país destinó más de 1.100 millones de dólares a la importación de grano y harina de trigo de países vecinos, principalmente de Argentina.
“Debemos cambiar este panorama, no podemos depender de la producción de otros países para alimentar a los bolivianos. Hoy tenemos menos soberanía alimentaria en el trigo para asegurar el consumo de pan a las familias bolivianas”, señaló Romero.
Cultivo de sorgo
Joel Eizaguirre, productor de sorgo del municipio de Pailón, también destacó la importancia de acceder a nuevas variedades que permitan mejorar los rendimientos.
Afirmó que este año la producción de sorgo fue buena, pues tiene un promedio de 4 a 4,5 toneladas por hectárea; pero podría estar mejor. Con el uso de variedades modificadas, los países vecinos alcanzan rendimientos de 7 y 8 toneladas por hectárea.
Solamente los productores de sorgo afiliados a Anapo cultivan aproximadamente 300 mil hectáreas. Esto permite garantizar la producción del grano que es destinado básicamente a la alimentación de ganado.
“Como agricultores estamos solicitando mediante que se implemente la biotecnología para que así nosotros seamos mayores rendidores en producción, es decir, sacar y aumentar la alta productividad”, aseveró el productor.
450 Dólares
Es la inversión que realizan los productores de trigo para cultivar una hectárea. En casos de exceso de lluvia, esta inversión se pierde.