Planta de urea lleva casi 80 días parada y reanudará operaciones en septiembre
La planta de amoniaco y urea (PAU) tiene casi 80 días sin operar debido a un paro programado, aunque YPFB anunció que reanudará operaciones el 4 de septiembre.
La factoría alcanzó una operación promedio de sólo 37 por ciento desde su inauguración en 2017 a agosto de 2023. Además, tuvo constantes paros, por lo que es difícil cubrir los gastos de operación y recuperar el dinero invertido, consideró el director de la Consultora Gas Energy Latin America (GELA) y analista en hidrocarburos, Álvaro Ríos.
Según los estudios del GELA, a la fecha el Gobierno destinó más de 1.100 millones de dólares para la construcción y constantes mantenimientos de la PAU, dinero que es difícil recuperar con una operatividad del 37 por ciento.
“Es un nivel tremendamente ineficiente de operación y con ese nivel de capacidad de producción de urea no se cubren los costos de operación y mantenimiento. La planta lo que está arrojando son pérdidas operativas y de capital invertido”, dijo.
YPFB confirmó la paralización de operaciones de la PAU desde el 17 junio y por 45 días, debido a un mantenimiento programado. En un boletín de prensa el vicepresidente nacional de Operaciones de YPFB, Luciano Montellano, anunció que la reanudación de operaciones estaba previsto para el 4 de septiembre de 2023, con una capacidad de producción del 85 por ciento, tras concluir exitosamente las tareas de mantenimiento.
YPFB, además, detalló que el paro fue programado en 2022 como parte de una estrategia de mantenimiento integral de cinco años, el cual se desarrolló en el periodo de menor demanda de urea, que coincide con el periodo más alto de demanda de gas en Argentina.
“En el paro, participaron varias empresas internacionales y nacionales, 626 personas de ocho nacionalidades en el mantenimiento masivo, en el periodo pico de tareas de mantenimiento. Han trabajado junto a nosotros y empresas fabricantes de equipos y licenciantes de tecnología”, dijo Montellano, pero no detalló qué equipos recibieron mantenimiento ni el presupuesto que se destinó para pagar a las empresas internacionales y personal extranjero.
Extraoficialmente se conoce que el paro no estaba programado y se debía al daño de un catalizador que debió ser cambiado.
Después de casi 80 días de mantenimiento, Ríos espera que la planta pueda operar sin problemas que causan nuevas paralizaciones. De lo contrario, lo mejor será darla en concesión a una empresa privada para evitar más daño económico al Estado. “Si se vuelve a parar, yo creo que hay que buscar hacer algo diferente y ver qué hacer con esa planta. Si sigue operando de esa manera, no le hace bien al Estado ni a YPFB ni a nadie. Habrá que concesionarla para recibir un alquiler”, dijo.
Explicó que después de un largo mantenimiento la planta no debería volver a parar por uno o dos años.