Economistas recomiendan encarar una reforma tributaria “equitativa”
Ante la caída del volumen y el valor de las exportaciones de gas, urge analizar nuevas fuentes de ingresos para el Estado, una de ellas es la reforma tributaria para sectores que no tributan en la proporción que corresponde y otros que no pagan ningún impuesto sean incluidos en el universo de contribuyentes, coincidieron en afirmar analistas económicos.
El economista y docente de la Universidad Católica Boliviana (UCB), Gonzalo Chávez Álvarez, sostuvo que hay importantes sectores de la economía boliviana que mueven millones de bolivianos al año, pero no tributan.
“Los nuevos ricos que ha creado el actual Modelo (Económico Social Comunitario Productivo), entre ellos los cooperativistas mineros, cocaleros y grandes gremialistas, deben pagar impuestos”, afirma.
En el caso específico de las cooperativas mineras, Chávez consideró injusto e irrisorio el monto de la alícuota que actualmente pagan por la producción de minerales, particularmente el oro.
En octubre del año pasado, por las protestas callejeras, las cooperativas auríferas lograron que el Gobierno les baje del 11% al 4,8% el tributo que ahora deben pagar anualmente, es decir, cerca de 800 millones de bolivianos.
Justicia impositiva
Para el presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija, Fernando Romero Torrejón, es necesario que haya equidad y justicia fiscal o impositiva, ya que, desde hace mucho tiempo, sólo un pequeño grupo de empresas, entre pequeñas, medianas y grandes aportan con sus tributos para solventar los gastos del Estado.
El 80% de la economía boliviana es informal y sólo el 20% es formal, precisamente este último grupo paga mensualmente sus impuestos (IVA e IT), además de las utilidades que genera anualmente (IUE), indicó.
“Al estar en una economía altamente informal se debería revertir la pirámide existente en este momento, la cual está apoyada, en términos fiscales, con pocos contribuyentes del sector privado que soportan esa economía pública con sus impuestos que pagan mes a mes. Lo idóneo y correcto sería revertir esa pirámide y tener una base bastante ancha donde se pueda ampliar el universo de contribuyentes, es decir, que esa economía informal, familias, empresas, emprendimientos y otros más, inclusive grandes negocios que no pagan nada de impuestos, empiecen a tributar”, agrega.
Desde su punto de vista, una reforma tributaria debe estar enfocada en incrementar el número de contribuyentes de tal manera que la participación de los sectores económicos sea más global y, por consiguiente, se obtenga una mayor recaudación impositiva.
Disminución de la alícuota
Tanto Romero como Chávez coincidieron en que la ampliación del universo tributario con una reforma permitirá que las alícuotas o tasas impositivas bajen, lo cual no solo dinamizará la economía, sino también la formalizará, pero a su vez, hará que ésta sea más rentable, productiva y eficiente, además de generar fuentes de empleo.
“Hay una economía en el país que no paga impuestos y otra economía que mueve millones de dólares, pero paga muy pocos impuestos por estar en el Régimen Simplificado. La reforma tiene que ser para todos, tiene que ser una reforma que afecte en todos los sentidos que corresponde, porque eso permitiría que bajen las alícuotas o tasas impositivas para los que pagan impuestos”, señaló Romero.
Según el Banco Mundial y otros organismos internacionales, argumentó el entrevistado, la economía boliviana está entre las que tiene mayor presión fiscal. Se estima que de cada 100 dólares que genera un empresario privado, entre 80 y 85 se va impuestos, eso genera más informalidad o el contribuyente prefiere buscar países donde tenga menos presión fiscal y la seguridad jurídica para seguir invirtiendo.
Estudio profundo
Romero recomendó realizar un estudio integral y técnico profundo para que cada agente económico que genere ingresos tenga que pagar impuestos de acuerdo al tamaño de su negocio, su inversión y la cantidad de personal que maneja. Desde su perspectiva debería haber algún tipo de incentivo tributario para empresas que generen decenas de fuentes de empleo.
En criterio de Chávez, si las cooperativas mineras, cocaleros y “grandes gremialistas” pagaran impuestos se tendría por lo menos unos 20.000 millones de bolivianos adicionales en recaudaciones.
En 2022, el Servicio de Impuestos Nacionales recaudó 42.128,7 millones de bolivianos, mientras que para este año está proyectado Bs 53.557 millones por recaudación tributaria.
El departamento de Santa Cruz, en la gestión pasada, encabezó las recaudaciones tributarias con 12.696 millones de bolivianos, le siguieron La Paz con 11.885 millones de bolivianos, Cochabamba 3.158 millones de bolivianos, Potosí 2.744 millones de bolivianos, Chuquisaca 604 millones de bolivianos, , Oruro 394 millones de bolivianos, Beni 256 millones de bolivianos y Pando con casi 30 millones de bolivianos.