Adhesión formal de Bolivia al Mercosur traerá más desafíos que oportunidades
Después de que la Cámara de Diputados de Brasil aprobara el protocolo de adhesión de Bolivia como miembro pleno del Mercosur, expertos señalan que esto trae más desafíos que oportunidades para el país.
El gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, asegura que, con la formalización de la adhesión, el país deberá adecuar su estructura arancelaria a la del Mercosur, lo cual podría llevar incluso a la subida de tarifas en ciertos rubros.
“Habrá la necesidad de competir con los miembros de ese bloque en el campo de los servicio por una parte inherente al sector privado boliviano y, por el lado del Estado, los fuertes compromisos en materia de armonización de políticas se tendrán que ir asumiendo desde el momento que Bolivia sea aceptada como miembro pleno”, dice.
Además, la negociación de acuerdos comerciales con otros países se deberá realizar de forma conjunta con el bloque. “Ninguno de los miembros del Mercosur puede negociar sólo un acuerdo comercial con alguna otra nación del mundo, esto mismo va a pasar con Bolivia, de tal suerte que no podría negociar a futuro algún acuerdo de interés si no es con el bloque, lo cual va a suponer un cierta camisa de fuerza”, explica.
Una de las ventajas desde el punto de vista del desafío, sostiene, sería mostrarse como parte de un bloque que tiene un peso fuerte a nivel internacional.
El economista Gonzalo Vidaurre indica que los beneficios son más que todo geopolíticos, que pueden aplicar, más que todo, para acuerdos comerciales con la Unión Europea, pero en lo que se refiere a intercambio comercial no beneficia mucho al país debido a la balanza comercial deficitaria, pues se le compra más de lo que le vende, a excepción de gas.
Los especialistas recuerdan que los mercados del Mercosur ya estaban abiertos para Bolivia desde 1996, gracias al acuerdo de complementación económica 36. Pero para el gerente del IBCE esto ha sido muy poco beneficioso para el país por las trabas “paraarancelarias”.
“Poco o nada ha servido tener el mercado del Mercosur abierto porque hay trabas arancelarias que no se pueden vencer, sobre todo al exportar productos con valor agregado, podría ser que siendo miembro pleno nos sentemos a reclamar este derecho, pero esto ya está previsto en el acuerdo 36”, indica.
A juicio de Rodríguez, el bloque del Mercosur es el más beneficiado con el libre comercio que hay con Bolivia y sostiene que algo similar podría pasar en el campo de los servicios, si es que no se toma los recaudos al respecto.