PGE prevé $us 1.029 MM para contratos petroleros y 3.428 MM para combustible
El Presupuesto General del Estado (PGE) 2024 destinará mil millones de dólares para nuevos contratos petroleros y 3.428 millones de dólares para la compra de diésel y gasolina (mayoreo). Además se presupuestaron 1.400 millones de dólares para la subvención de hidrocarburos, según datos que dio el ministro de Economía, Marcelo Montenegro.
El PGE 2024 reduce el presupuesto para nuevos contratos petroleros a sólo 1.029 millones de dólares, en comparación con 2023, año en el que se presupuestaron 1.090 millones. El Gobierno nacional anunció esta gestión que potenciará la exploración y explotación en hidrocarburos, para contrarrestar la caída en la producción nacional de líquidos, pero su presupuesto no refleja el incentivo.
Los especialistas critican la millonaria cifra que el Gobierno destina a la compra y subvención de hidrocarburos porque absorbe gran cantidad de recursos y desatiende otras áreas.
El presupuesto de 2024 destina sólo 962 millones de dólares para inversión pública en salud, educación, culturas, deportes, seguridad social, saneamiento básico, urbanismo y vivienda.
La subvención a los hidrocarburos aumenta cada año: en 2022, fue de 684 millones de dólares; para este año, se ha destinado 1.091 millones de dólares, y para el próximo año, 1.400 millones de dólares.
Según datos del GELA, si el Gobierno continúa con su política de subvención, en seis años la cifra subirá a 5 mil millones de dólares, lo que será insostenible para la economía nacional.
El analista en hidrocarburos de la Fundación Jubileo, Raúl Velásquez, explicó que no es responsable que el país siga manteniendo esta política de subvención a los hidrocarburos, pues su alto presupuesto sacrifica recursos para las áreas de educación, salud y otras áreas en las que el Estado podría invertir los recursos.
“La pregunta que queda es con qué se va a financiar esta subvención, sostenemos la política de subvención, pero con qué se está financiando eso, más aún si consideramos que estamos en un país que desde 2014 tiene déficit fiscal”, dijo.
Al analista en hidrocarburos Álvaro Ríos le preocupa que la exploración y explotación siga con YPFB y no se atraiga inversión extranjera para estas tareas.
“Estamos con una política fallida de energía poniendo plata para la importación y no produciendo en el país porque debemos seguir importando petróleo carísimo. No estoy de acuerdo en destinar mil millones de dólares para actividades exploratorias de riesgo para el Estado, cuando pueden hacerlo los privados”, indicó Ríos.
Velásquez coincidió con Ríos y señaló que es necesario implementar una nueva política hidrocarburífera orientada a incentivar y atraer la inversión privada extranjera y nacional para exploración y explotación.
“Esto con miras a superar este problema de caída en la producción de líquidos y de gas natural en el mediano plazo, porque a corto plazo no es posible”, señaló el investigador de Jubileo.
Senador dice que YPFB tiene diésel para tres días
El senador de Comunidad Ciudadana (CC) Rodrigo Paz dijo que, según a la información a la que accedió, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) tiene reservas de gasolina y diésel sólo para dos o tres días. También sostuvo que el Estado no podrá cumplir la demanda del sector agroindustrial si comienza la época de siembra.
“Estamos hablando de dos a tres días de reserva de diésel y gasolina, especialmente diésel. Si llega a llover en Santa Cruz y se abre la época de siembra, cada 100 hectáreas necesitas 25 mil litros de diésel, no hay cómo cubrir esta demanda. Y esto no es especulación; es real, es técnico”, aseguró el senador.
La escasez de diésel en el país vuelve a ser recurrente. Durante las últimas semanas se registraron largas filas en las estaciones de servicio del eje central. Las autoridades aseguran que el aprovisionamiento es normal y atribuyen el “sobreconsumo” a la especulación.
El director de la ANH, Germán Jiménez, señaló en contacto con radio Panamericana que es falso que se cuente con combustible sólo para tres días y garantizó la normal distribución de gasolina y diésel. Indicó que existe especulación en la población, lo cual incrementó la demanda, pero reiteró que no existe escasez.
Cuando se le consultó si se debería levantar la subvención a los combustibles, Jiménez se limitó a señalar que se cumple con la normativa actual, la cual establece un precio de unos 3,70 bolivianos por litro al interior.