Negocio ilegal El narco consume 35 MM anuales de litros de gasolina subvencionada
El negocio de la cocaína tiene un rol “considerable” y “significativo” en la economía nacional, como generador de divisas y fuentes de empleo, señala la más reciente investigación del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla).
Según el documento, el narcotráfico podría generar hasta 2.880 millones de dólares en exportaciones (41 por ciento de las exportaciones legales). Asimismo, la producción de coca y el tráfico de cocaína dejan en el país hasta 1.244 millones de dólares, “un ingreso importante”.
No obstante, la transformación de la materia prima en cocaína demanda 250 litros de gasolina por kilo de pasta base. Si se tiene en cuenta que en Bolivia se produce 140
toneladas de cocaína aproximadamente, esto implicaría el uso anual de alrededor de 35 millones de litros de gasolina subvencionada por el Estado.
Actualmente, la subvención a los combustibles —de acuerdo con datos de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB)— alcanza a 2,76 bolivianos por litro. Eso
significa, en términos económicos, que el narcotráfico se beneficia, estimativamente, con 96.600.000 bolivianos de subsidio cada año.
Reportes de prensa dan cuenta de que la subvención de los combustibles ha llegado no sólo al narcotráfico, sino también a contrabandistas y “chuteros” o conductores de vehículos indocumentados.
Fuentes de trabajo
Se calcula que sólo la producción de coca (legal e ilegal) brinda al menos 113 mil fuentes de empleo, cerca del 5,2 por ciento de la población ocupada en el área rural del país.
Pero “a esa cantidad de trabajadores habría que añadir a quienes están involucrados en las actividades de provisión y transporte de precursores y de hojas de coca, como parte del proceso de elaboración de la cocaína”, según el Cedla; además de aquellos estrictamente involucrados en el narcotráfico.
Por ello, se ha llegado a considerar que el negocio ilícito del narcotráfico se ha convertido en un componente relevante para la sostenibilidad de la economía boliviana; aunque la escasez del dólar que se vive hoy en día, y que comenzó con mayor fuerza a principios de 2023, ha demostrado los límites de la economía informal e ilegal, señaló el economista Javier Gómez.
“La economía se sostenía con un tipo de cambio fijo pese a la disminución de las exportaciones, pero la crisis de abril (de 2023) demostró que, aunque el negocio de la cocaína generaba un excedente de divisas extraordinario, había un límite”, señaló Gómez.
De acuerdo con el estudio, “en un contexto de necesidad de divisas, con escasa industrialización y elevada dependencia de las importaciones, la relevancia del narcotráfico como fuente de divisas resulta determinante”.
Exportaciones por 2.880 millones de dólares, cifra superior a las ventas del gas natural al extranjero en 2023 (2.061 millones), es una cifra que cobra aún más relevancia considerando que parte de este dinero financiaría las importaciones de contrabando, que 2021 oscilaban entre los 2 mil y 3 mil millones de dólares.
“La relativa estabilidad de la economía podría deteriorarse en gran medida si se perdiera total o parcialmente la capacidad económica impulsada por la cadena coca-cocaína. Se vería afectada la oferta de divisas para la importación, la creación de empleo y, eventualmente, el financiamiento de inversiones en otros sectores”, apunta el estudio.
El autor de la investigación, Carlos Arze, manifestó que el negocio del tráfico de cocaína está estrechamente ligado a otras actividades, como el contrabando, el mercado de tierras en áreas rurales y el negocio inmobiliario en zonas urbanas. De esta manera, a través del “lavado de dinero”, se financia actividades de alto impulso en el país en los últimos años.
El precio del kilo de cocaína, que podría llegar a los 7.500 dólares en el mercado local, puede superar los 100 mil dólares en algunos países de Europa, afirmó Arze.
Los Tiempos consultó la posición oficial del Gobierno sobre la economía del narcotráfico, pero hasta el cierre de esta edición no se obtuvo una respuesta.