Radicalizan protesta en Yapacaní: cierran válvulas del pozo petrolero YRA X-2
Los pobladores de Yapacaní intensificaron su protesta ayer al cerrar las válvulas del pozo Yarará X-2, advirtiendo con medidas aún más drásticas si no se aprueba el contrato para la construcción de una carretera en la región. La tensión escaló cuando el dirigente Israel Marquina anunció un plazo de 24 horas para que se dé luz verde al proyecto, señalando al presidente de la Cámara de Diputados, Israel Huaytari, como principal responsable.
“Hemos sido muy pacientes y ahora están las consecuencias”, declaró Marquina, aludiendo a la falta de atención del Gobierno ante los bloqueos previos. El dirigente manifestó que la radicalización de la protesta es una respuesta a la indiferencia gubernamental, y dejó claro que la situación podría empeorar si no se cumplen sus demandas.
En un tono firme y decidido, Marquina dirigió su mensaje al presidente de la Cámara de Diputados: “Señor Huaytari, usted es el único responsable de lo que está pasando y lo que va a pasar. Le doy un plazo de 24 horas, escúcheme bien, por favor, 24 horas y lo voy a cumplir”. El dirigente fue enfático al advertir que, si el proyecto de ley para la construcción del tramo carretero desde Yapacaní no es aprobado en el plazo estipulado, procederán a cerrar las válvulas de otro pozo petrolero.
La presión de los pobladores de Yapacaní se centra en la aprobación de un proyecto de infraestructura vital para la región, y consideran que las medidas extremas son el último recurso para hacerse escuchar por las autoridades nacionales.
Al respecto, el presidente del Estado, Luis Arce, en conferencia de prensa, cuestionó el proceder de los movilizados y afirmó que esta medida al único que afecta es al pueblo boliviano, porque al cerrarse las válvulas del pozo petrolero lo que generará es una menor producción de hidrocarburos líquidos.
Impacto en la industria
Un trabajador del pozo Yarará X-2 confirmó que las válvulas habían sido cerradas y que el equipo estaba en “stand by”, a la espera de instrucciones de la gerencia. Este acto de protesta no sólo tiene implicaciones locales, sino que también podría afectar el suministro energético a nivel nacional.