Bolivia también cultiva los chiles más picantes del mundo y crea salsas únicas
Cochabamba se ha convertido en un inesperado epicentro de la producción del Capsicum o chiles (ajíes), como el famoso Carolina Reaper —reconocido como el más picante del mundo hasta octubre de 2023— que junto a otros chiles, especias y condimentos son algunos de los ingredientes principales que Javier Rodríguez ha utilizado para desarrollar Capsicum Salsas Picantes, una línea de salsas únicas que están captando la atención tanto de los bolivianos como de consumidores internacionales.
Chipotle, Carolina Reaper, Habanero, Cheiroso, Chile dulce venezolano y Padrón, entre otros, son algunas de las 40 variedades de chiles que Javier produce de forma orgánica en almácigos controlados en el Vivero Mediterráneo.
Cultivo y producción local
El cultivo de estos chiles en Bolivia no sólo es un desafío por las condiciones climáticas, sino también por la precisión requerida en su manejo. Sin embargo, este emprendedor cochabambino ha encontrado la manera de cultivar estos chiles en sus viveros en la ciudad y Tiquipaya, aprovechando el clima templado y las técnicas agrícolas que domina desde inicios de la década del 90. Cada segunda semana del mes los vivanderos de Tiquipaya ofertan su producción, entre ellos, los plantines de chiles y productos con valor agregado, explica Javier mientras da un recorrido por su vivero.
Innovación
Utilizando estos chiles, Javier Rodríguez junto a su esposa Marcela Angulo y su familia crearon una línea de salsas y una mermelada, esta salsa dulce con ligero picor es muy agradable y aromática gracias a su ingrediente principal, el ají cheiroso de origen brasileño. En intensidad le sigue la salsa chipotle elaborada con jalapeño, chiles serranos ahumados, chile guajillo y tomatillo mexicano. Y para acompañar las carnes en parrilla Javier ofrece chiles serranos ahumados en escabeche con un sabor versátil que puede acompañar a distintos platos.
Picantes
Los chiles se clasifican por su picor en la Escala Scoville, que consiste en disolver una gota de concentración del fruto picante en una cantidad de agua, por ejemplo, el locoto boliviano tiene 2.500 unidades scoville, es decir, por una gota concentrada del locoto se requieren 2.500 gotas de agua para disolver su picor.
La salsa Taquera que Javier elabora tiene como ingrediente principal al chile más picoso de México, el habanero, el picor de este producto oscila entre las 700 mil unidades scoville.
Es de esta forma que el Carolina Reaper (nombrado así por su creador Ed Currie), apunta a 2.480.000 en la escala scoville. La salsa de Carolina Reaper es una de las más picantes que pueden consumirse en Bolivia, se distingue por su sabor y la intensidad de su picor. Sin embargo, estas salsas contienen una concentración disminuida para asegurar al comensal la mejor experiencia.
Todos estos productos fueron aprobados por el paladar de la comunidad de residentes mexicanos en Cochabamba
La calidad de estos productos ha comenzado a abrir puertas para el emprendedor, quien ya está explorando la posibilidad de ampliar el mercado de sus salsas, mermelada y chiles ahumados. El cultivo de chiles ultra picantes en Cochabamba y su transformación en salsas y productos únicos subraya la capacidad de innovación de los productores cochabambinos.
El Vivero Mediterráneo presenta sus plantines y productos en las ferias de vivanderos en Tiquipaya, sobre la av. Ecológica. En septiembre se organizará una feria especial para conmemorar el aniversario de Cochabamba. Javier invita a seguir las redes sociales del Vivero para obtener más detalles.
El espacio está abierto a todos aquellos interesados en explorar la pasión por el picante, una de las más grandes contribuciones culinarias de Bolivia al mundo.
El género Capsicum tiene su origen genético en el centro (Chuquisaca, Cochabamba) y el sur (Tarija) de Bolivia. El país es uno de los principales centros de diversificación y origen de esta especie. La región boliviana posee una gran diversidad genética de ajíes, que ha dado lugar a una rica gama de sabores, colores y niveles de picor, desempeñando un papel crucial en la gastronomía tanto local como internacional.