Emapa lanzará unidades móviles para vender arroz a precio justo y frenar reventa
Con el objetivo de frenar la reventa y asegurar el acceso directo a alimentos básicos, la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) implementará, desde la próxima semana, unidades móviles que recorrerán barrios para vender arroz a precio justo. Esta iniciativa responde a la detección de que más del 50% de los que hacen filas en sus puntos de venta son revendedores, situación que limita el acceso de la población general a estos productos.
El gerente general de Emapa, Franklin Flores, informó el lunes que la decisión de movilizar unidades de venta se tomó en conjunto con las autoridades, con la finalidad de “vender arroz para el consumo y no para la reventa”. Estas unidades móviles recorrerán zonas de La Paz y El Alto, incluyendo la avenida Buenos Aires, Periférica y Alto Obrajes, entre otras, para facilitar el acceso al producto sin intermediarios.
Impacto de la distribución
Desde el inicio de sus operativos de distribución, Emapa comercializó cerca de un millón de quintales de arroz a nivel nacional, en bolsas de una arroba, a 50,50 bolivianos. Este esfuerzo responde al compromiso de la estatal de ofrecer productos de primera necesidad a precios accesibles. Sin embargo, según Flores, la reventa ha complicado los intentos de estabilizar el precio y la disponibilidad del arroz en el mercado local.
El alza en el precio del arroz también se atribuye a que ciertos sectores privados almacenaron arroz en chala (sin procesar) sin ponerlo a disposición del mercado, según reportes de las autoridades en recientes operativos de control. Flores calificó el aumento de precios en el mercado abierto como “un abuso total”, argumentando que la cosecha de este año no enfrentó obstáculos significativos, como sequías o bloqueos, que justificaran el incremento.
Con esta estrategia, Emapa busca reducir la intermediación que encarece los alimentos básicos y garantizar que las familias bolivianas puedan adquirir arroz directamente de la estatal.
El modelo de venta móvil se presenta como un paso hacia la democratización del acceso a los alimentos, un derecho que, según Emapa, ha sido vulnerado en parte debido a la intervención de los revendedores.