La OMS, cautelosa con el plasma pese a la autorización de EEUU
La Organización Mundial de la Salud (OMS se mostró cautelosa ayer respecto a la aprobación del uso de plasma de pacientes recuperados de Covid-19 para tratar a personas enfermas y después que el gobierno de EEUU anunciara su utilización.
La OMS dijo que la evidencia sobre la efectividad del tratamiento sigue siendo de "baja calidad".
"Hay una serie de ensayos clínicos en todo el mundo que analizan el plasma convaleciente en comparación con el estándar", dijo Soumya Swaminathan, científico jefe de la OMS.
"Solo algunos de estos han informado resultados provisionales y por el momento, todavía hay evidencia de muy baja calidad", agregó en una conferencia de prensa.
Estados Unidos anunció una autorización de emergencia para utilizar plasma de pacientes recuperados de Covid-19 para tratar la enfermedad, que ya deja más de 800.000 muertos en el mundo.
Muchos gobiernos están renovando esfuerzos, incluso con nuevos confinamientos, para contener la propagación del coronavirus, que contagió a más de 23 millones de personas en el orbe.
Estados Unidos sigue siendo el país más golpeado en términos absolutos, con más de 176.000 muertos, y el gobierno de Donald Trump se encuentra bajo una enorme presión para aplanar la curva de contagios.
El tratamiento con plasma muestra "una increíble tasa de éxito" y "salvará incontables vidas", clamó Trump el domingo, bastante más exultante que sus propios funcionarios de la salud, que se mostraron mucho más cautos.
Se cree que el plasma contiene poderosos anticuerpos que pueden ayudar a combatir más rápidamente a la Covid-19, y ya ha sido utilizado en pacientes en EEUU y en otros países.
Pero los expertos aún discuten su eficacia y algunos advierten que podría producir efectos secundarios.
Los esfuerzos por desarrollar tratamientos efectivos o una vacuna se multiplican en el mundo, pero hasta que eso ocurra, el distanciamiento social sigue siendo una de las armas más efectivas contra el virus.
En Europa, los retornos de vacaciones de verano son fuente de contagio en países como Italia, España, Francia y Alemania, en momentos en que se prepara en la región el inicio del nuevo año escolar.
En ese marco, se debió endurecer las medidas, con nuevas restricciones fronterizas, ante nuevos brotes.