Nicaragua desoye a la OEA y continúa con la ola de arrestos
Las autoridades nicaragüenses detuvieron a un banquero dentro de la ola de arrestos que ha desatado contra varios líderes políticos opositores, incluidos cuatro aspirantes a la Presidencia, acusados bajo una ley que los cataloga como “traidores de la patria”, pese a lo cual enviaron ayer señales de querer un diálogo con Estados Unidos.
El último aprehendido fue el presidente ejecutivo del Banco de la Producción (Banpro) de Nicaragua, Luis Rivas, detenido horas después de que 26 de los 34 países que integran la Organización de Estados Americanos (OEA) exigieran al presidente Daniel Ortega la liberación “inmediata” de “todos los presos políticos”, entre ellos los aspirantes presidenciales que han sido arrestados en lo que va de este mes.
No obstante, el Ejecutivo sandinista ha enviado esta semana un par de señales en las que aparentemente buscan un acuerdo con Estados Unidos, país que ha impuesto sanciones que han afectado a cerca de 30 empresas, funcionarios y familiares de Ortega, entre estos su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo; cuatro de sus hijos; su consuegro y director de la Policía, Francisco Díaz; el jefe del Ejército, Julio César Avilés, y el titular del Parlamento, Gustavo Porras.
“Si hubiera que buscar una salida a la crisis, sería entre Nicaragua y Estados Unidos”, propuso el periodista italiano Fabrizio Casari, en un artículo difundido por el Gobierno