Muerte de un camionero recrudece protestas contra migrantes en Chile
Decenas de camiones bloquearon ayer, por segundo viernes consecutivo, las carreteras y los accesos al aeropuerto de la ciudad septentrional chilena de Iquique, esta vez en protesta por la muerte de un colega y la inseguridad que denuncian sufre toda la región, en la que es la última gran crisis del Gobierno de Piñera a semanas de entregar el poder.
Una crisis, vinculada a la política migratoria de la Administración saliente —que expertos locales califican de errática— que amenaza con convertirse en el primer gran desafío heredado para el presidente electo, Gabriel Boric, que asumirá el mando el próximo 11 de marzo.
La tensión escaló de nuevo ayer en el norte de Chile después de que un incidente confuso desatara cortes de carretera, manifestaciones y una huelga de transportistas en las regiones septentrionales de Antofagasta y Tarapacá.
El detonante fue esta vez la muerte de un joven camionero de 22 años que, según la primera versión de los carabineros, murió al caer por un paso a nivel tras discutir con tres hombres —dos de ellos extranjeros— que supuestamente habían apedreado previamente su vehículo.
Los tres sospechosos fueron arrestados en las horas posteriores y permanecerán detenidos hasta al menos el día 14 por petición de la fiscalía.
Emergencia
Desde la oficina presidencial informaron que Piñera, que ha sido duramente criticado junto a su gobierno por estar de vacaciones en plena transición, encabezó una “reunión de emergencia” para reforzar el trabajo policial en la zona norte.
“Empatizamos con el dolor de la familia y compañeros de Byron Castillo. Pero para poder seguir adelante con las conversaciones necesitamos el despeje de las rutas”, advirtió el ministro del Interior, Rodrigo Delgado.
Junto con la escalada de violencia de La Araucanía (sur), una región en la que existe una disputa entre la comunidad indígena mapuche y grandes empresas forestales, la tensión en el norte del país es la gran piedra en el zapato del final del mandato del derechista Piñera.
“Tenemos un desgobierno que no da garantías de un proceso regularizado de migración”, dijo Ricardo Díaz, gobernador de la región de Antofagasta.
En el último año, la zona norte de Chile ha experimentado una crisis migratoria con olas masivas de ingresos clandestinos de migrantes y el colapso de pequeñas localidades fronterizas.
En paralelo, han ido en aumento desde el pasado septiembre las huelgas contra la entrada irregular de extranjeros y ataques xenófobos.
Las últimas se registraron hace apenas 10 días en Tarapacá, con cortes de carretera, cierre de comercios y la interrupción de las operaciones del principal aeropuerto.
País atractivo
Pese a la pandemia y la crisis social de 2019, Chile sigue siendo uno de los países más atractivos para migrar dentro de América Latina por su estabilidad política y económica.
En Chile hay 1,4 millones de migrantes, lo que equivale a más del 7 por ciento de la población, y los venezolanos son los más numerosos, seguidos de peruanos, haitianos y colombianos.
La futura ministra del Interior de Chile, Izkia Siches, expresó ayer “preocupación” por la situación de caos en el norte del país tras la muerte de un transportista que en varias regiones provocó huelgas de camioneros contra la migración irregular.
“Nos preocupa la situación del norte y su gente y, por supuesto, reafirmamos nuestro compromiso de trabajar con todos los actores desde el primer día de nuestro Gobierno en búsqueda de medidas efectivas”, afirmó Siches.