Fracasa evacuación de civiles y Rusia endurece sus ataques
MARIÚPOL |
La evacuación de la población civil de la estratégica ciudad portuaria de Mariúpol, a orillas del mar interior de Azov, en Ucrania, fracasó ayer por segundo día consecutivo por los ataques de las Fuerzas de Rusia en el área, según las autoridades ucranianas, que advirtieron del desastre humanitario que sufre la localidad.
“El convoy de evacuación con la población local no pudo salir hoy de Mariúpol: los rusos comenzaron a reagrupar sus fuerzas y bombardearon intensamente la ciudad. Es extremadamente peligroso sacar a la gente -unos 200 mil civiles- en tales condiciones”, señaló la Alcaldía de Mariúpol en su cuenta de Telegram.
Tampoco pudo llegar a la ciudad en el sureste de Ucrania el convoy con 90 toneladas de ayuda humanitaria, que salió por la mañana hacia Mariúpol desde Zaporiyia, a 227 kilómetros al este de la ciudad portuaria.
Mariúpol está totalmente bloqueada por las fuerzas rusas desde hace una semana y el alcalde, Vadim Boychenko, afirmó en varias ocasiones que la ciudad se encontraba al borde de una “catástrofe humanitaria”, ya que se quedó sin electricidad, calefacción y agua debido a los constantes bombardeos del Ejército ruso, según dijo.
El sábado, trabajadores de Médicos Sin Fronteras (MSF) refugiados en Mariúpol con sus familias informaron que un día antes recogieron “nieve y agua de la lluvia para poder beber”.
“Se debe garantizar urgentemente el paso seguro de todas aquellas personas que deseen y puedan escapar de Mariúpol y las zonas afectadas por la guerra dentro de Ucrania, independientemente de la existencia de corredores humanitarios o ceses al fuego que puedan establecerse temporalmente”, señaló ayer MSF.
Por otro lado, Rusia recrudeció ayer los combates y bombardeos en Ucrania. El presidente de ese país, Vladímir Putin, insistió en que mantendrá su llamada “operación especial” en Ucrania, iniciada el 24 de febrero, hasta que acabe la resistencia en ese país a la invasión y acepte las demandas rusas, informó la agencia estatal rusa RIA Nóvosti.
Así se lo comunicó en conversación telefónica a varios líderes internacionales que ayer le pidieron infructuosamente un inmediato alto el fuego en Ucrania, como el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan; el primer ministro israelí, Nafatí Benet, o el mandatario francés, Emmanuel Macron.
Según informó ayer el Elíseo, Putin no tiene intención de renunciar a los cuatro objetivos que se ha marcado con la invasión de Ucrania y los logrará bien por aceptación de Kiev o con la guerra.
Esas cuatro exigencias son lo que Moscú llama la “desnazificación” de Ucrania, su desmilitarización, el reconocimiento de la independencia de Crimea y el reconocimiento de la independencia del Donbás.
Putin aseguró a Macron que no tiene intención de atacar las instalaciones nucleares en Ucrania, después del ataque ruso el pasado viernes a la central de Zaporiyia, que causó un incendio en un edificio administrativo a unos cientos de metros de los seis reactores y el temor a una expansión del conflicto.
La tercera ronda de negociaciones ruso-ucranianas para buscar un cese de hostilidades en la guerra tendrá lugar hoy 7 de marzo.