Conflicto sin solución: Ejército ruso encalla en Ucrania tras un mes de iniciada la guerra
Rusia aún no controla un mes después de haber lanzado la ofensiva militar ninguna de las grandes ciudades ucranianas que pretendía tomar con rapidez y ve cómo el frente se ha estabilizado ante la feroz resistencia del Ejército ucraniano. Al sureste del país, la ciudad portuaria de Mariúpol, el mayor símbolo de la resistencia ucraniana, lleva más de dos semanas de duros enfrentamientos que mantienen bloqueados a más de 100 mil civiles en condiciones infrahumanas, mientras los bandos se acusan de malograr el funcionamiento de los corredores humanitarios.
El presidente de Rusia quería tomar el país en 48 horas pero hoy la guerra está estancada, en parte por mala planificación del Kremlin y en parte por la sorprendente resistencia ucraniana, encabezada por ese líder insólito en que se ha erigido Volodímir Zelenski.
Un mes después, parece que el Ejército ruso no ha logrado sus objetivos. Ha conseguido la mayoría de sus avances en las ciudades del sur y el este, mientras sus fuerzas han permanecido más estancadas en el norte y alrededor de Kiev. Según analistas occidentales, su objetivo principal sigue siendo rodear la capital, y aunque los misiles y la artillería están destruyendo edificios en la ciudad, el grueso de las fuerzas rusas permanece a kilómetros del centro.
Se cree que las tropas rusas se han enfrentado a continuos problemas de logística y refuerzos, y Estados Unidos y Reino Unido han recalcado la “fuerte” resistencia ucraniana que se han topado en sus intentos de avanzar. Rusia tampoco ha logrado hacerse con el control del espacio aéreo ucraniano. Pero la guerra no ha terminado y hay expertos que ven probable que las fuerzas rusas pasen a una fase de bombardeo continuado de las ciudades debido al fracaso a la hora de rodear y tomar Kiev y otras urbes importantes.
Negociaciones enquistadas
El estancamiento militar es el telón de fondo de las conversaciones de paz entre Ucrania y Rusia, que continúan sin que de momento se materialice ninguno de los avances que las dos partes habían dicho ver cerca hace ya una semana. Ambas se acusan mutuamente de torpedear las negociaciones. El Kremlin mantiene sus exigencias: además de lo que llaman “desmilitarización” y “desnazificación”, piden que Ucrania no se una a la OTAN, poniendo como condición que acepte un estatus de neutralidad, que reconozcan la península de Crimea como rusa así como la independencia de las autoproclamadas “repúblicas populares” de Donetsk y Lugansk.
Kiev, que busca un alto al fuego y la retirada de las tropas, ha mostrado su voluntad de ceder en la aspiración pertenecer en la OTAN a cambio de lo que denomina garantías estrictas de seguridad con el compromiso de varios países. Pero está menos claro que cumplan con otras concesiones exigidas por Moscú. Zelenski asegura que no se puede comprometer la “integridad territorial” de Ucrania y que cualquier acuerdo estaría sujeto a un referéndum en todo el país.
Infraestructura civil
Moscú ha negado haber atacado a civiles y afirma que sus ataques aéreos y su ofensiva terrestre y marítima tienen por objeto destruir la infraestructura militar ucraniana. Pero se sabe que colegios y guarderías han sido alcanzados por los bombardeos, así como hospitales. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha verificado 64 ataques a la atención médica —a instalaciones sanitarias, ambulancias, personal y pacientes—.
Numerosos bloques de viviendas están destrozados. Alrededor de 3.780 edificios residenciales han sufrido daños parciales y 651 han sido completamente destruidos en el país, según el jefe adjunto del Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania. La ciudad de Kiev dice que más de 70 bloques de viviendas en la capital han resultado dañados. El Ayuntamiento de
Járkov afirma que 778 edificios residenciales han quedado destruidos por los bombardeos. En Mariúpol, las autoridades dicen que el 80 por ciento de las viviendas han sufrido daños.
La ONU ha recibido información de varios casos de uso de municiones de racimo por parte de las fuerzas rusas, incluso en zonas pobladas, en concreto en Donetsk y Járkov. Estas bombas están prohibidas.
Guerra de cifras de soldados muertos en la contienda
En las estimaciones de las bajas militares hay un vacío importante de información y las disponibles oscilan mucho. Son cifras sobre las que hay que tener cautela en una guerra en la que unos quieren enfatizar y otros minimizar las pérdidas, según los analistas.
Moscú no ha actualizado sus cifras desde el 2 de marzo, cuando informó de la muerte de 498 soldados rusos. Los militares ucranianos aseguran que Rusia ha perdido alrededor de 15.600 efectivos —las autoridades dicen que hay más de 500 prisioneros—. Un diario pro-Klemlin cifró este lunes en 9.861 los soldados muertos rusos y unos minutos después lo borró, explicando que fueron hackeados.
La BBC ha compilado una lista de 557 muertes de militares rusos confirmadas. La inteligencia estadounidense ha dado una estimación conservadora de que 7 mil soldados rusos han fallecido en el conflicto.
Por su parte, el presidente Zelenski dijo la semana pasada que 1.300 soldados ucranianos han muerto.
Las autoridades ucranianas también han acusado en los últimos días a Moscú de deportar por la fuerza a residentes de Mariúpol a territorio ruso.
Rusia, por su parte, ha dicho que más de 360 mil personas han cruzado su frontera, una cifra que incluye personas que supuestamente han sido evacuadas y las que lo han hecho por su cuenta.