Presidente de México fracasa en reformar sector eléctrico
La fallida reforma constitucional al sector eléctrico ha propinado un golpe al presidente Andrés Manuel López Obrador, acostumbrado hasta la fecha a lograr sus principales programas de Gobierno con el respaldo de una mayoría holgada en el Legislativo y el uso de su conferencia diaria de altavoz para denunciar a la oposición.
Pese a la presión durante semanas del mandatario hacia los legisladores de oposición —que ha calificado en numerosas ocasiones de “vendepatrias” y “traidores”—, anteayer, domingo, no se logró la mayoría calificada de dos tercios para impulsar esa reforma constitucional, pues la oposición votó en bloque.
La pasada semana, hubo protestas de partidarios del oficialismo frente al Parlamento, insultos entre las bancadas e incluso denuncias de amenazas de muerte, en un espectáculo político que hacía tiempo que no se veía en el país.
La reforma buscaba limitar al 46% la participación privada en la generación eléctrica, revisar contratos previos y obstaculizar la inversión privada en renovables para favorecer a la estatal Comisión Federal de Electricidad (CFE), acusada de tener algunas plantas contaminantes y obsoletas.
López Obrador reconoció ayer que es la primera vez que fracasa una de sus reformas prioritarias. No obstante, en su retórica habitual, rechazó que este “acto de traición” fuera para él una derrota.
“Yo creo que es un triunfo para la democracia. Para demostrar que vivimos en un auténtico Estado de derecho”, afirmó el mandatario, quien presumió que mantiene una alta aprobación y que esta votación sirvió para desenmascarar a sus adversarios.