Avance de Rusia en el este de Ucrania es imparable
MOSCÚ/KIEV/ BERLÍN, Efe
Las tropas rusas aumentaron ayer la presión sobre Lisichansk, la última plaza fuerte ucraniana en la región de Lugansk después de que tomaran el control de la mayor parte de la vecina Severodonetsk, donde ya sólo hay resistencia en la planta industrial Azot.
“Los rusos se acercan a Lisichansk tras haber avanzado en las localidades cercanas” y la ciudad “está siendo bombardeada por la aviación” rusa, admitió ayer en su cuenta de Telegram el gobernador de la región de Lugansk, Serhiy Gaidai.
Ucranianos cercados
Desde la separatista autoproclamada república popular de Lugansk (RPL) aseguraron que sus milicias y el Ejército ruso han conseguido cercar a unos 1.300 militares ucranianos y mercenarios al sur de Lisichansk.
“El cerco ya está cerrado y unos 1.200 soldados ucranianos y unos 100 mercenarios pueden ser capturados”, dijo a la agencia oficial rusa TASS el asesor del ministerio del Interior de la RPL, Vitali Kiseliov.
El líder de Chechenia, Ramzán Kadírov, destacó ayer los éxitos de las fuerzas rusas en ese sector del frente: “muy pronto oirán la noticia de que Lisichansk está cercada”, escribió.
Según el estadounidense Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW, por sus siglas en inglés), ya los próximos días las tropas rusas podrían alcanzar los suburbios de esa ciudad.
Resistencia enconada
Sin embargo, el ISW advierte de que para capturar Lisichansk las fuerzas rusas tendrán probablemente que librar largas batallas similares a los combates manzana por manzana que se vieron en Severodonetsk y Mariúpol.
“Con ayuda de desplazamientos tácticos el Ejército ucraniano fortalece la defensa en la región de Lugansk. Allí la situación es realmente grave”, admitió el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, en su mensaje diario a la población.
La caída de Lisichansk supondría la expulsión de las tropas ucranianas de toda la región de Lugansk, lo que no sólo le permitiría al Kremlin declarar cumplido uno de sus objetivos de su campaña militar, sino despejar también el camino para su ofensiva contra Sloviansk y Kramatorsk, en la vecina región de Donetsk.
En esas ciudades y sus alrededores, el Ejército ucraniano mantiene desde hace años el grueso de sus fuerzas que combaten en el este del país.
Las autoridades ucranianas resaltan que la resistencia en el este del país al avance de las tropas rusas, superiores en número y capacidad de fuego, es clave para ganar tiempo y poder recibir de Occidente el armamento pesado necesario para equiparar fuerzas e incluso pasar a la contraofensiva.
Junto con ganar terreno en dirección de Lisichansk, Rusia ha continuado castigando con el empleo de aviación y cohetes otras ciudades ucranianas.
El mando militar ruso informó ayer que el martes, en “un ataque con armas de alta precisión de las Fuerzas Aeroespaciales Rusas, fueron aniquilados hasta 500 militares de la Brigada Mecanizada 59 de las Fuerzas Armadas de Ucrania”.
Alemania confirma que Kiev recibió 12 cañones de alto poder de fuego
La ministra de Defensa de Alemania, Christine Lambrecht, confirmó ayer que Ucrania ha recibido siete obuses blindados tipo Panzerhaubitze 2000 de las FFAA germanas y otros cinco procedentes de Países Bajos.
“Ya han llegado a Ucrania y pueden ser usados para combatir,” dijo Lambrecht en el Bundestag (la Cámara baja del Parlamento) y habló de una “señal importante”.
La ministra confirmó que el entrenamiento de soldados ucranianos para manejar esos cañones ha finalizado y agregó que eso era necesario puesto que se trata de armamento complejo y quienes los manipulen deben estar formados “por su propia seguridad y por la de sus compañeros”.
El Panzerhaubitze 2000 es uno de los sistemas de artillería convencional más potentes en servicio en varios Ejércitos europeos.